Emilio José Guzón, experto en Nutrición: “Debería existir una política nutricional clara en España. La principal responsabilidad recae en el Gobierno”

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El pasado mes de abril el periódico “El Mundo” afirmó que, según resultados de un estudio de la revista médica “The Lancet”, una de cada 5 muertes es causada por una mala alimentación. Los malos hábitos de vida son actualmente la mayor amenaza para la salud de la población. Emilio José Guzón, diplomado en Nutrición Humana y Dietética, licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y actual doctorando de la Universidad de Granada en Políticas Nutricionales y desarrollo de Iberoamérica, resuelve algunas cuestiones relacionadas con esta noticia y la conducta alimentaria.

P. Recientemente, un estudio de The Lancet ha demostrado que, a día de hoy, la mala alimentación provoca mayor número de muertes que el tabaco, ¿a qué se debe?

R. Hipócrates decía que “somos lo que comemos”, esto es cierto y se sabe desde hace mucho tiempo. El tabaco puede subir la tensión, genera problemas a nivel pulmonar y tiene unas consecuencias clarísimas, pero comparando la gente que muere de cáncer de pulmón o de vejiga con la gente que muere de problemas cardiovasculares es mucho mayor la cantidad de personas que mueren por esta última causa.

P. ¿Por qué la nutrición es la principal responsable de los problemas cardiovasculares?

R. Una dieta rica, por ejemplo, en grasas saturadas o sodio provoca hipertensión arterial y un hígado graso, lo que puede generar a largo plazo un infarto de miocardio. Una alimentación desbalanceada generará mayor oxidación al cuerpo. Y una acumulación de grasa muy grande también influye en que realices menos actividad física y todo esto se convierte en un círculo vicioso.

P. ¿Qué caracteriza a una mala alimentación o una alimentación desequilibrada?

R. Una mala alimentación se caracteriza por ser muy rica en grasas saturadas, hidratos de carbono refinados, sal, productos procesados y exceso de carnes. También un bajo consumo de alimentos vegetales y naturales. Al no consumir apenas frutas y verduras o cereales sin refinar, es una alimentación carente de fibra, antioxidantes, vitaminas, minerales y otros fitoquímicos que ayudan a prevenir enfermedades y ayudan a nuestro sistema inmune.

P. ¿Qué alimentos presentan una excesiva cantidad de sal?

R. Los productos ultraprocesados o los que encontramos en restaurantes de comida rápida serían un buen ejemplo. La sal es un gran conservante y aporta mucho sabor.

P. ¿Cuáles son los hidratos de carbono refinados?

R. Aquellos a los que se les elimina la fibra, el salvado, y se les añade azúcar durante su proceso de elaboración, como la mayoría de cereales de desayuno. De este modo, se convertiría en un producto refinado y dejaría de ser natural. En cambio, los hidratos de carbono sin procesar como el arroz integral no son perjudiciales, al contrario, son necesarios y nos aportan energía.

P. ¿Qué consecuencias trae a corto plazo llevar una conducta alimentaria inadecuada?

R. Ganancia de peso, estreñimiento, subida de tensión… Generar hábitos alimenticios perjudiciales trae consecuencias a largo plazo. Y éstas son las más graves.

P. ¿Cuál es la diferencia entre los conceptos de alimentación y nutrición?

R. La alimentación es un acto de tipo social que empieza en el momento en el que vas a buscar el alimento. Son todos los pasos previos al momento del consumo. La nutrición es un proceso fisiológico. Comienza en el momento en el que se mastica y se hace la digestión, el organismo absorbe los nutrientes y los metaboliza.

P. ¿Y cómo repercute la alimentación en las emociones?

R. Cuando una persona se encuentra triste, estresada o nerviosa, por ejemplo, puede tender a comer mucho o no comer nada. Esto es la alimentación emocional. Está muy influida socialmente y basada en cómo te sientes en el momento.

P. ¿De qué manera aborda un nutricionista un caso de una persona que mantiene una mala relación con la comida?

R. Un nutricionista tiene que ser un profesional humano, cercano, conocer a la persona, y empezar a trabajar con ella para que vaya rompiendo con paradigmas y malos hábitos. No es efectivo que a un paciente que come mal le pautes una dieta estrictamente calculada, lo mejor es que le vayas reeducando y que poco a poco vaya cambiando sus hábitos hasta llegar a un patrón alimentario adecuado.

P. ¿Qué se consigue estableciendo unos adecuados hábitos en la rutina?

Cuando cambiamos a un patrón de conducta alimentario totalmente diferente y saludable nos sentimos mejor, menos pesados, con más ganas de movernos… Incluso a veces las personas que tienden a comer adecuadamente rechazan opciones insanas porque no les sientan bien. Hay que hacer entender cuáles son las consecuencias de llevar una mala alimentación ya que muchas veces no somos conscientes de cómo afecta.

P. Entendiendo el término dieta como hábito alimentario, ¿Cómo afecta el nivel de desarrollo de España?

R. Antiguamente, el rey o la gente muy pudiente era la que se podía permitir comer productos como la carne o el marisco. Estos antecedentes han influido en la cultura actual y lo podemos ver en los actos sociales. Hay alimentos bien y mal considerados. Forma parte de la cultura gastronómica y está relacionado con la sociología de la alimentación.

P. ¿Afecta el estatus económico a la dieta de su población?

R. Aunque una dieta equilibrada no tiene por qué salir cara, las personas con mayor educación nutricional y poder adquisitivo tienden a comer mejor. Si vas a un McDonald´s, verás que los clientes que acuden con mayor frecuencia son de clase media o baja. Además, en el caso de España, hay muchos productos procesados accesibles. Contamos con una gama enorme a precios muy baratos, con muy buen sabor y con un envoltorio atractivo.

P. El azúcar es una de las sustancias más demonizadas de la industria alimentaria y también los productos ultraprocesados. ¿Por qué?

R. Es cierto que el azúcar está muy demonizado, pero con razón. El azúcar es barato, tiene buen sabor, y se vende muy bien. Ahora la gente empieza a ser un poco más consciente que antes de la cantidad de azúcar que se mete en el cuerpo. La mayoría de productos ultraprocesados están cargados de azúcar o grasa. Son productos fáciles de producir que generan mucho dinero.

P. ¿Cómo actúa el azúcar en el organismo?

R. El hecho de llevar una dieta rica en azúcar hace que los niveles de glucosa en sangre suban mucho, lo que supone tener muchos picos de insulina. Si, por ejemplo, te acostumbras a tomar Coca cola todos los días estás introduciendo una cantidad altísima de azúcar en tus arterias. Para que la glucosa en sangre vuelva a bajar se necesita insulina y si provocas a tu organismo la constante necesidad de generar insulina, a largo plazo lo que se padece es una diabetes tipo II. Cuando las personas ancianas sufren este tipo de diabetes se debe a que han estado de alguna manera sobrecargando al páncreas en la creación de insulina. El azúcar es un hidrato de carbono simple. Sin ningún tipo de nutrientes que pasa muy rápido a la sangre y debe evitarse.

P. ¿Podría decirse que crea adicción?

R. Quizás la palabra adicción suene un poco fuerte, pero yo sí considero que el azúcar es adictivo en el sentido de que genera un umbral de sabores. Si para ti un alimento no está lo suficientemente dulce, querrás agregarle azúcar. Si te acostumbras a consumir productos dulces, en el momento en que no lo sean no te sabrán a nada y los rechazarás.

P. ¿Qué cambios debería o podría asumir la industria alimentaria?

R. La industria alimentaria al fin y al cabo es un ente capitalista. La principal responsabilidad recae en el Gobierno y la salud pública. Existen países como México, Ecuador o Inglaterra que han tomado ciertas medidas a la hora de subir impuestos o prohibir la venta de ciertos productos que aunque parezcan invasivas, son efectivas. La industria puede tomar medidas, pero no lo va a hacer si el dinero sigue llegando. Son temas de los que se debería encargar el Estado por medio de la legislación.

P. ¿Y cómo concienciar a la población?

R. Debería ser una responsabilidad del Gobierno y las entidades de salud pública el educar en las escuelas, en los barrios, en la televisión… Algo se hace, pero no existe una política nutricional clara en España, ni hay nutricionistas en nuestra salud pública. Esto es un problema al que no se le está poniendo solución mientras las enfermedades cardiovasculares siguen elevándose. La gente sigue sin tener una conciencia y educación nutricional clara y el rol social del obeso continúa en aumento.

Razón: Los alumnos de 4º Grado en Periodismo realizan entrevistas a expertos desde un enfoque propio de periodistas especializados.
Temática: Nutrición y hábitos alimenticios.
Alumnos: Silvia Mamolar Orozco.
Curso: 2018-2019.
Asignatura: Periodismo especializado.

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