De safari en busca de los Big Five

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Leopardo en un árbol en Samburu (Kenia)

Si tienes pensado ir de safari a algún país africano o ya has estado en uno, seguramente hayas oído hablar del término «Big Five» o los «Cinco Grandes de África», en su traducción al español. Este selecto grupo está compuesto por el león, el leopardo, el elefante, el rinoceronte y el búfalo. Pese a lo que pueda parecer, con este término no se identifican los cincos animales de mayor tamaño, sino que la pertenencia a esta lista hace referencia a otras cuestiones.

Con la llegada de los primeros exploradores y colonizadores a África en el siglo XIX, llegó, entre otras muchas cosas, la caza de los grandes mamíferos que habitaban este vasto continente. Aquellos aficionados a la caza mayor acuñaron el nombre de los «Big Five» a las cinco presas más difíciles de cazar a pie y que mayor peligro entrañaban, y por tanto, las que más muertes a humanos causaban. Hoy en día, este término es utilizado también por los guías de safari africanos.

Aunque ésa es la lista heredada de la época colonial, si la tuviésemos que actualizar, tendríamos que incluir al hipopótamo. Sí, este animal regordete es el responsable del mayor número de muertes en África. Detrás de ese aspecto bonachón está un animal con un marcado sentido de la territorialidad y que no dudará en atacar a cualquiera que invada su territorio.

Quiénes son los Big Five

Vale, ahora que ya tenemos claro el concepto, hablemos un poco más de estos majestuosos animales. Pero no solo quiero citar cuestiones genéricas u otros datos que podréis encontrar en documentales, libros o webs de referencia. Os quiero narrar mi experiencia personal, la experiencia que puede llegar a vivir cualquier persona que haga un safari por África. Al fin y al cabo, esos momentos mágicos que se viven son los que hacen que un viaje sea diferente, único, inolvidable y te permita recordar con una sonrisa aquello que pasó años atrás. A ver si con estas palabras consigo que aumenten vuestras ganas de visitar este mágico continente.

León

El rey de la selva, el auténtico amo y señor de las sabanas africanas. El león es el depredador más poderoso de todos los que habitan el continente y también el más buscado por todos aquellos que hacen un safari. Su tamaño, su poderío y esas largas melenas que tienen los machos adultos hacen que se convierta en uno de los principales objetivos de todos aquellos que visitamos África.

En mi caso, he tenido la suerte de vivir varios momentos mágicos con estos grandes felinos. El pasado verano, en el viaje que hice a Sudáfrica, tuve la increíble fortuna de ir con el coche al lado de una leona durante 4 minutos de reloj. Fue un momento único; irrepetible, diría yo. Ella estaba andando por el camino, con la nariz en alto, buscando alguna presa. Mientras, nosotros íbamos en nuestro coche, en paralelo a ella y a tan solo un par de metros. A ella le daba igual, sabía que había un par de gacelas al otro lado del camino.

Puedes haber visto leones en documentales cientos de veces, pero no te haces a la idea de su tamaño hasta que tienes uno al lado tuyo. Si en algún momento aparta la mirada del camino y la dirige hacia ti, se te para el corazón. Da igual que sepas que estás completamente seguro en el interior del coche, si un león te mira a los ojos, hay algo en tu interior que hace que te estremezcas.

Leopardo

Si el león era el rey de la sabana, el leopardo es el rey del acecho. Bello, elegante y ágil, cuenta con una habilidad sorprendente para trepar por árboles con presas más pesadas que él. Son cazadores solitarios y tremendamente versátiles. Su dieta puede estar compuesta por más de cien especies de vertebrados, aunque lo más común es que se alimenten de presas que estén en un rango de 20 a 80 kg.

Debido a su naturaleza solitaria y a sus métodos de caza, es uno de los animales más difíciles de ver durante un safari. En muchas ocasiones, te los puedes encontrar descansando en la rama de algún árbol, así que no solo hay que mirar al suelo si quieres encontrar a este felino.

En lo personal he de decir que es mi animal favorito. Su increíble belleza, su elegancia caminando y su mirada profunda han hecho que desde el primer día que vi a uno de ellos, tengan un lugar especial en mi corazón.

La experiencia más impactante que he tenido con un leopardo fue en la Reserva nacional de Samburu (Kenia). Nos habían comentado que habían visto uno en las inmediaciones, pero que habían perdido su rastro. Dimos un par de vueltas por los caminos de alrededor cuando, de repente, elevé la vista, y le vi subido en una rama a la altura de mi cabeza (iba de pie en una furgoneta con el techo elevable). Me miró fijamente y a los pocos segundos se bajó para irse caminando a otro lugar. Esos momentos son los que se recuerdan para toda la vida.

Elefante

No necesita ser el rey de la sabana, ni nada similar, el elefante es el animal terrestre más grande y pesado de todo el planeta. Un macho adulto puede llegar a medir hasta 3,30 metros y pesar hasta 6.000 kg. Con estas dimensiones no hay ningún animal que le pueda plantar cara, ni si quiera el león. Su único enemigo real, cuando ya son adultos, son los seres humanos.

Sus dimensiones no son más que cifras, números que parecen muy lejanos, si los comparamos con los de una persona. Una vez más, ver con tus propios ojos al animal más grande de los «Big Five» te hace comprender el valor que tienen esos metros y esos kilos. Un elefante es gigantesco, mucho más de lo que me imaginaba. Y no solo eso, él sabe perfectamente que es enorme y que tiene un gran poder. Sabe que si te encuentras con él en un camino, tú y tu coche sois los que tenéis que dar marcha atrás y dejarle pasar. Si el hecho de que un enorme macho elefante vaya hacia a ti no es motivo suficiente para dejarle pasar, él te lo hará saber agitando sus grandes orejas y barritando. Las cosas son así, él es más grande y él es el que decide. Por eso, lo mejor que puedes hacer es disfrutar ese gran momento, dejarle pasar y admirar su gran belleza.

Rinoceronte

Tras el elefante, el rinoceronte es el animal terrestre de mayor tamaño. Ver un rinoceronte es como ver un tanque del Pleistoceno. Son robustos, fuertes y no hay nada capaz de parar una embestida de uno de ellos. En África existen dos especies, el rinoceronte blanco y el rinoceronte negro. Esta denominación no viene dada por el color de su piel, sino por una mala traducción. Los primeros colonos holandeses que llegaron a Sudáfrica en el siglo XVII llamaron a este animal wijde (ancho), haciendo referencia a su labio ancho y recto, a diferencia del labio más picudo que tiene el rinoceronte negro. Años más tarde, los británicos que se establecieron en Ciudad del Cabo a partir de 1806, entendían que los holandeses llamaban a este animal white (blanco), palabra inglesa que se pronuncia de manera similar. Así que de este error de comprensión salió el nombre de rinoceronte blanco.

Una vez más, las dimensiones de este animal son increíbles. Tienen una longitud de unos 4 metros, una altura de hasta 1,85 metros, un peso de más de 3 toneladas y un cuerno que puede alcanzar los 90 cm. Pues bien, en persona superan toda expectativa. Una de las experiencias más excitantes y adrenalíticas que he vivido en mi vida ha sido con uno de estos ejemplares. En el Real Parque Nacional de Hlane, en Suazilandia, existe una gran concentración de rinocerontes blancos. Una de las actividades más impresionantes que puedes vivir allí, es hacer lo que se conoce como Rhino walk, que vendría a ser un safari a pie en una zona donde hay rinocerontes. Hubo un momento en el que nos acercamos caminando junto a uno de los rangers del parque a una hembra de rinoceronte y su ya crecida cría. Creo que nunca he oído palpitar mi corazón con tanta fuerza como cuando la madre se quedó a solo tres metros de nosotros. Aún recuerdo como se elevaba el cuerno por encima de nuestras cabezas y no creo que olvide eso nunca. Por supuesto, esta actividad se tiene que hacer con un ranger experimentado que conoce perfectamente el carácter de cada uno de los rinocerontes. No todos los rinocerontes son aptos para realizar esta actividad.

Búfalo

El búfalo africano o búfalo cafre es un enorme bóvido que puede pesar hasta 1.000 kg. Si a esto le sumamos su conocido mal humor, parece lógico que integre la famosa lista de los «Big Five». Aunque en ocasiones son presas de los leones, también son los causantes de la muerte de algunos de estos felinos. De hecho, los búfalos, si perciben el olor de las crías de león, pueden iniciar una estampida hacia la zona en la que se encuentren, haciendo todo lo posible para pisotearlas y matarlas. De esta forma, eliminan a sus posibles futuros predadores.

Si durante un safari te encuentras con un rebaño de búfalos, lo más probable es que todos se den la vuelta y claven sus ojos en ti. Los machos de mayor tamaño te mirarán con cara de pocos amigos, avisándote de que no te excedas si quieres asumir las consecuencias. De hecho, una de las peculiaridades que poseen es que normalmente no solo se mantienen juntos ante el ataque de un depredador, sino que también rompen filas para devolver el ataque. En numerosos documentales se ve como un búfalo que está siendo hostigado por un grupo de leones pide ayuda y al poco tiempo aparece el resto del rebaño cargando contra los felinos.

Haz tu propia lista de Big Five

Hay mucha gente que va obsesionada a los safaris con ver a los «Big Five», dejando casi de lado el resto de animales africanos. Sinceramente, los «Big Five» son una mera lista, una simple clasificación con cierto marketing y que suena bien porque está en inglés. Lo importante no es ver a los Cinco Grandes, sino ver los animales que te gustan, aquellos que veías de pequeño en los documentales y soñabas con conocer en persona. Así que deja de seguir modas que no tienen sentido para ti y haz tu propio «Top Five», tu «Top Six» o simplemente disfruta de la naturaleza.

Hay otros depredadores como el guepardo, los licaones (también conocidos como perros salvajes), los cocodrilos, las hienas… que me llaman más la atención que algunos de los famosos «Big Five». Al fin y al cabo esto es cuestión de gustos.

También hay otros herbívoros que te encantará ver las jirafas, los hipopótamos, las cebras, los facóqueros (estos son como Pumba, el del «Rey león»), el kudú

Tampoco olvidemos a la aves como los buitres, el avestruz, los calaos, el carraca lila, el secretario, los martines pescadores, los abejarucos, las gallinas de Guinea, los pájaros carpinteros

Ahora sabes quiénes son los «Big Five» africanos, queda en tu mano buscarlos a ellos o a otros si te vas de safari por un país africano.

Todas las fotos han sido tomadas en Kenia, Sudáfrica y Suazilandia. Si queréis conocer más sobre las posibilidades que ofrecen estos países para el visitante, podéis acceder a los anteriores links del blog.

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Razón: Alberto Hernáiz González publica en su blog Notas de un viajero, guías y crónicas de los viajes que realiza alrededor del mundo. En Vuélcate, publicará sobre los destinos más atractivos para inspirarte en tus futuros viajes.
Temática: los «big five» y otras animales que se ven de safari en África.
PAS: Alberto Hernáiz González. Administrador de la plataforma e-learning Open Campus UEMC.
Especialización: Cronista y fotógrafo de viajes.

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