Los valientes africanos blanquivioleta

Muchachos de la región de Kivu Sur juegan al fútbol con las camisetas que les hicieron llegar los veteranos del Real Valladolid, olvidándose por momentos de que viven en un país rico en minerales pero metido de lleno en un conflicto bélico que en dos décadas se ha cobrado 5 millones de muertos

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Los jugadores africanos del Cishugi Sport, los ‘Nziraboba’, forman con la segunda indumentaria violeta

Una tarde cualquiera. La increíble luz de África, las nubes amenazadoras, el paisaje agreste, dos porterías en una explanada desnivelada de hierba seca y tierra y un balón desgastado. Sólo con eso baste para hacer un partido de fútbol y que varios muchachos se olviden por un momento del mundo en el que les ha tocado vivir.

Es la República Democrática del Congo, un país cinco veces más grande que España situado en el centro de África y limítrofe con Uganda, Rwanda, Burundi, Tanzania, Zambia, Angola, Congo-Brazzaville, República Centroafricana y Sudán, que durante las dos últimas décadas ha vivido una situación de conflictos bélicos que se han cobrado 5 millones de vidas. El conflicto más sangriento tras la II Guerra Mundial. El panorama diario no es precisamente alentador. Violaciones, niños soldados y una sangrante y perpetua situación de beligerancia que tiene tal vez su germen en el ‘oro negro’ del siglo XXI: el coltán.

La República Democrática del Congo es un país inmensamente rico en minerales y uno de ellos, el coltán (combinación de dos elementos, Columbio y Tantalio), se encuentra en un 80% en estas tierras. Este es el elemento fundamental de gran cantidad de aparatos e instrumentos de las llamadas nuevas tecnologías como los móviles, plasma, los GPS, cámaras de fotos y juguetes electrónicos. Sin embargo, esta fortuna mineral no está enriqueciendo el país ni a sus moradores. Todo lo contrario. El hecho de que la población se dedique a las minas ha hecho que no sea rentable trabajar en agricultura y ganadería, lo que conduce al abandono de las tierras de cultivo y de los animales domésticos. Un desastre que unido a las guerras lleva a desplazamientos de población, hambrunas y una catástrofe humanitaria sobre todo en las zonas del norte. Mientras, el pellizco se lo están llevando las mafias, los contrabandistas despiadados y al final las grandes multinacionales, propietarias de las minas. Y el primer mundo calla y no actúa. Sin embargo, África siempre tiene una sonrisa cercana que irradia calor humano.

La Asociación de Amigos para el desarrollo de la República del Congo (Amidecon) lleva desde 2009 ubicada en la vecina localidad de Palencia. Es una entidad sin ánimo de lucro que desarrolla actuaciones de cooperación en este país y en especial con las personas más desfavorecidas en la región de Kivu Sur, en la comarca de Birava, de 75.000 habitantes. Allí atiende proyectos sanitarios y educativos. Está escolarizando a más de 200 niños, ha construido un pequeño centro médico con dotación infantil (gracias a la Diputación de Palencia), una cooperativa agropecuaria y un centro de formación profesional para mujeres, además de instalar depósitos de agua que están mejorando la situación de mucha gente. Para ello y durante el año, realiza en Castilla y León mercadillos solidarios, muestras de cine africano, conciertos, actividades deportivas… El sacerdote Deogratias Kahuranyi, nacido en la RD El Congo pero residente en Palencia, es una de las personas que están tirando de la asociación que aglutina ya a más de un centenar de palentinos.

Hace algunas fechas, los veteranos del Real Valladolid, que casi todas las semanas tienen planificado un partido amistoso y colaboran con cuantas entidades y asociaciones sin ánimo de lucro se dirigen a ellos, les ofrecieron una equipación completa morada que han hecho llegar y que ahora los chicos lucen solo para sus partidos más importantes. Resulta curioso verles vestidos todos de morado, con sus botas desvencijadas -el que las tiene-, dispuestos a jugar al fútbol. El deporte que les hace por unos momentos olvidarse de la situación actual.

Lugar donde juegan al fútbol al lado del lago Kivu

El equipo es el Cishugi Sport aunque se hacen llamar los ‘Nziraboba’, que en su lengua local, el ‘mashi’, significa “los valientes, los que no tienen miedo a nada”, según relata Deo. Ubicados en un barrio de ocho mil habitantes, “han ido de victoria en victoria, venciendo a todos los equipos de la zona, desde la gran isla de Idjwi (entre la ciudad de Goma y la de Bukavu, siempre en la región de Kivu del Sur) hasta el territorio de Kabare, a las puertas de Bukavu, la capital de la región”.

Sin embargo, el momento de crisis les llegó hace dos años cuando los directivos del equipo, pobres también aunque con buena voluntad, decidieron pedir dinero a los jugadores para sufragar los gastos. Evidentemente, los futbolistas se retiraron porque no tenían nada y nada podían aportar. Sin embargo, los representantes de este club hace poco expusieron a Deo su situación y el buen nivel que había alcanzado el equipo. Entonces el sacerdote les ofreció hacerles llegar la indumentaria recibida del Real Valladolid, les compró unos balones y les entregó una pequeña contribución con el fin de poder resucitar el equipo y la afición.

El Cishugi Sport es un club amateur en una zona rural que no disputa, como sucede en la ciudad, el campeonato regional o nacional. Sin embargo, miles de jóvenes se congregan allí en torno al fútbol. No cuentan con un campo de juego. Los ‘Nziraboba’ lo hacían en un terreno cedido por la parroquia de Birava hasta que allí se construyó una escuela primaria. Desde entonces, llevan la práctica en una hacienda con algo de desnivel que les ha cedido un terrateniente y donde han instalado dos porterías. Es un pasto, pero no hay más. Y la comunidad si lo tuviera preferiría gastarse el poco dinero en pagar a los maestros o dar agua a la gente. Necesidades más primarias. Pero Los ‘Nziraboba’ ahora blanquivioleta siguen sin miedo a nada.

Razón: Santiago Hidalgo Chacel publica periódicamente en el diario El Norte de Castilla un artículo de opinión de temática deportiva. Algunos de esos artículos junto con otros inéditos serán publicados mensualmente en Vuélcate en su columna Sin perder el norte.
Temática: ¿Qué tiene el fútbol, que es capaz de generar lazos, amistades y divertimento incluso en las situaciones más difíciles?
PAS: Santiago Hidalgo Chacel. Gerente de la Fundación UEMC.
Especialización: Periodismo deportivo.

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