Quisiera odiarte, pero no puedo. No conozco ese sentimiento que tanta tristeza conlleva a la larga. Dicen que del amor al odio hay un paso. La longitud de éste depende del amor que sintieras por esa persona que se volvió tan especial.
Un arma de doble filo, una balanza que puede cambiar fácilmente de un lado a otro.
Quiero odiarte, pero no puedo, a ti y a tu amor. Me llevaste a un lugar tan bello y bonito…, solo para sacarme de allí con el tiempo. Me diste a conocer el paraíso en la Tierra, me ofreciste un trocito de cielo. Me diste la manzana prohibida diciendo que era posible. Me pediste que confiara en ti, que eso solo mejoraría nuestra vida.
Vendiste una ilusión que se transformó en una pesadilla cuando me obligaste a marcharme de aquel lugar, que se había convertido en mi hogar. Me miraste, una última vez, antes de lanzarme el corazón que una vez te pedí que guardaras.
A ratos te odio, a ratos te sigo queriendo. A ratos… odio los sentimientos que despertaste dentro de mí y que ahora escapan en forma de lágrimas. Volviendo a ser solo de dolor por desamor.
Razón: La alumna Lydia de Manuel de Cantos colabora en Vuélcate con sus aportaciones literarias en forma de relato corto y prosa poética y a modo de reflexión.
Temática: Desamor.
Alumnos: Lydia de Manuel de Cantos.
Especialización: Máster en Dirección y gestión de Marketing Digital y Social Media.
Profesor responsable: Carolina Pascual Pérez (Dpto. Ciencias Sociales).
