Meranti, en Silueta con voz de mujer

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“La escritura es la pintura de la voz”, Voltaire

Ella es poeta, pero aún no lo sabe. Tras una montura bifocal se esconde su realidad física más inmediata: su escasa visión. Sus versos son prematuros, recién despiertos. Tiene una facilidad de hallar el adjetivo correcto para cada una de sus frases. Pareado. Terceto. Cuarteto. Arma y desarma poemas de su espíritu indómito. Así es ella. Casi indescriptible.

Los días no pasaban en balde en la clínica. Lizbeth y su más preciado pijama se paseaban de una esquina a otra de su habitación. ¡Puro nervio! Le costaba mantenerse serena. Necesitaba salir. Le cuesta mantener una conversación fluida.  Prefiere escribir versos con su mente porque el pulso la traiciona.

Le gusta leer en voz alta sus versos melancólicos y bipolares. Faltos de alegría innata. Sólo con verla descubro el porqué está aquí. No es empresaria, pero sí madre, amiga y esposa. Su enajenación del mundo real es evidente. Necesita descansar y poner en orden su vida. Hay ocasiones en que ella me inspira porque sufre en silencio. La siento lejana, ausente y enajenada.  Razones más que suficientes para motivarla a escribir.

Al observarla, descubro que la escritura es una válvula de escape para tantas vidas descarriladas. La escritura te ayuda a sobrellevar el día a día. No solo aquí dentro de la clínica sino fuera; en nuestra vida cotidiana. Este es mi mensaje diario. Escribir para sanar. Sean conflictos familiares, laborales o internos. Aquí entre sus cuatro paredes solo existe un único desenlace: la escritura.  Yo escribo. Tu escribes. Ellos escriben.

Escribir para sobrellevar la fatiga diaria del día a día. Meditar y escribir. La dosis perfecta para combatir el exceso laboral o el desapego familiar. Lo he entendido así. Lo compruebo y admito. Desnudar el alma es como desnudar los versos que habitan dentro de mí. Antes de sucumbir ante el iceberg de la depresión… escribo. Por todo ello, Lizbeth escribe. ¿Y tú por qué escribes?

Madera del árbol de Meranti…
Al parecer el Meranti es originario del Sudeste Asiático. Cabe destacar que es común en la India y la cordillera del Himalaya. Aunque, es una especie que ha sido introducida en muchos otros lugares. Por eso lo encontramos en: Birmania, Bután, Nepal, Bangladés, Estados Unidos y Canadá.
Se distribuye por todo el norte de la India en donde forma bosques conocidos como salales. Estos salales, necesitan mucha luz, tanto sobre las hojas como sobre el tronco, por lo que se deterioran rápido si hay mucha sombra. Además, necesita suelos con una buena proporción de nutrientes. También, prosperan en ambientes secos, pues la humedad excesiva puede dañar sus raíces. Por eso, no tolera bien las inundaciones prolongadas.

Razón: Silueta con voz de mujer responde al nombre de la colaboración literaria mensual que la profesora del Grado en periodismo semipresencial, Ruth Amarilis Cotto Benítez, efectuará en Vuélcate. Se trata de una serie de relatos cortos que empoderen a las mujeres.
El logo de su colaboración ha sido cedido por el pintor Alejandro Conde. Se trata de su obra titulada Mujer con sombrero.
Temática: La escritura como terapia personal.
Profesor: Ruth Amarilis Cotto.
Especialización: Filología Inglesa. Dpto. Ciencias Sociales (UEMC).

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