En estos momentos tan surrealistas, que vivimos con tanta incertidumbre, no paramos de
escuchar en noticias y redes sociales las preocupaciones de los ciudadanos relativas a política, economía, empleos e, incluso, salud. Pero se habla de salud como un concepto demasiado genérico y ambiguo, sin sospechar siquiera, que mientras la salud física se está curando, como así lo demuestra el periodo de “desescalada”, la salud mental está empeorando a causa del confinamiento.
La primera razón por la que existe un declive en el bienestar psicológico, no es otra que el aislamiento obligado al que nos hemos visto sometidos. Mientras personas que gozan de una buena salud mental encuentran en estos momentos oportunidades para desarrollar nuevas
habilidades como la cocina, la lectura o el ejercicio; las personas que presentan problemas en el plano psicológico llegan a experimentar un aumento de ansiedad, estrés y depresión que pueden acarrear consecuencias fatales.
El empeoramiento de la salud mental está relacionado, a su vez, con la ausencia de control que estas personas experimentan, ya que, al haberse visto privados de toda relación social, no se dan situaciones que los mantengan alejados de los pensamientos autolíticos, y que los inhiba de cometer suicidio. Porque no, una pantalla no es capaz de desprender el calor de una persona.
A mayores, a la ausencia de control se le suma la ausencia de medidas para evitar que se
produzcan los suicidios. Es función del Gobierno imponer medidas para evitar que la economía se hunda, que la sanidad se colapse y que la educación se paralice. Sin embargo, también es función gubernamental el hecho de impedir que las personas no sean capaces de gozar de una buena salud mental, más allá de la física. Pero, la salud psíquica sigue sin tener importancia para nuestro Gobierno, sólo los aspectos evaluables parecen ser dignos de atención y resolución.
El mundo se está volcando en frenar una crisis sanitaria, y se está olvidando de evitar una crisis psicológica. De nada sirve vencer una guerra si tus soldados están destrozados. La salud mental no es algo secundario, y se debería tratar con la misma importancia con la que se trata la salud física. Es momento de recordar que, en el aislamiento, también se han confinado mentes.
Razón: Los alumnos elaboran un artículo de opinión sobre los suicidios en el confinamiento por Coronavirus.
Temática: Suicidios durante confinamiento por Coronavirus.
Alumnos: Marta Calderón García.
Curso: 2019-2020.
Asignatura: Técnica de comunicación eficaz.
