La física cuántica sí se puede entender, solo hace falta querer

2

Como la ignorancia se une a la falta de conciencia y a querer ganar dinero fácil, muchos charlatanes se aprovechan de miles de personas que, ingenuas, piensan que les están contando algo que les salvará o sanará mágicamente. Uno de estos casos es el de usar la física cuántica para avalar estafas como la homeopatía, por ejemplo, hablar de una energía cuántica que no es visible para el reiki o cualquier otra pseudociencia que quiera parecer más creíble. ¿Por qué se utiliza la física cuántica? Porque la gente la desconoce, no sabe lo que estudia ni investiga y cree que es algo demasiado complejo para llegar a entenderlo, por eso no preguntan.

He tenido la enorme suerte de cruzarme en el camino con una de las personas más brillantes que he conocido, la doctora en física cuántica Sonia Fernández-Vidal, con quien pude explorar el camino, no tan complejo si tienes un buen guía, de la física cuántica. Por ello, no quiero reservarme mi suerte solo para mí, e intentaré resumir los conocimientos clave sobre física cuántica que la doctora Fernández-Vidal y su libro ‘Desayuno con partículas’ me han trasmitido y que están al alcance de todos.

La física cuántica es una ciencia muy joven ya que no se descubrió hasta inicios del siglo pasado, cuando “el universo cambió las preguntas”. Esta ciencia estudia, entre otras cuestiones, las partículas más pequeñas que hay en el universo, los quarks, y su comportamiento, el cual es bastante interesante. Pueden teleportarse, atravesar objetos y estar en dos lugares a la vez, además y en palabras de la propia doctora “son los ladrillos con los que se compone absolutamente todo en el universo”. Para poder analizar y entender su comportamiento existe la física cuántica. Todo se compone de estos quarks que son más pequeños aún que los átomos. Utilizando uno de los ejemplos de la doctora Fernández-Vidal podríamos imaginarnos una muñeca Matrioska, la más grande es el conjunto que forma el átomo con los electrones que orbitan a su alrededor. Si abrimos esta muñeca, en un segundo nivel encontraríamos los protones y neutrones que forman el núcleo del átomo y, en un tercer nivel los ‘quarks’, hasta ahora el punto de división más pequeño de la materia.

La física cuántica trata de averiguar, por ejemplo, cómo se comportan los quarks y cómo afecta eso a nuestra comprensión del universo. Desde un pensamiento determinista, en el universo todo estaría “escrito” -por decirlo de alguna manera-. Sin embargo, la física cuántica ha descubierto que no es así, al contrario. La aleatoriedad del universo, dada por las partículas que lo forman, y que demostró esta ciencia, nos dice que nada está escrito en esta vida, ni en el universo. Los científicos, cuando comprendieron esto, supieron que algo había cambiado. Y es que los descubrimientos y avances científicos repercuten más allá del mundo de la ciencia. Si en la teoría del universo determinista estaba todo escrito, estaba –digamos- predestinado, podemos pensar en una figura divina que lo ha estipulado así. De hecho, era posible que observando una partícula se viese, según esta teoría, toda su trayectoria pasada y futura. Sin embargo, en el universo indeterminista, todo puede pasar, el libre albedrío es la norma y el destino deja de tener sentido, por lo tanto, ¿cabe aquí una figura divina? No voy a responder a la pregunta puesto que, dependiendo de las creencias de cada lector, puede variar. Cada uno puede darse las explicaciones que quiera, pero el asunto de fondo es que la física cuántica nos ha llevado hasta ese planteamiento filosófico.

La ciencia no debe asustar ni dar miedo -se haya estudiado o no- porque la ciencia es de todos. La realidad que vivimos la explica la ciencia, nuestro pasado y nuestro futuro están en ella y todos los avances científicos nos afectan y nos ayudan a entender un poco mejor el universo en el que existimos. La física cuántica es una más, pero sin duda, quienes no la quieren entender o al menos informarse sobre ella, pueden ser víctimas de estafas. Sin embargo, si abrazamos ciencias como la física cuántica y dedicamos unos minutos de nuestro tiempo a ella veremos los beneficios, el primero, que no nos engañen haciéndonos creer patrañas sin fundamento. Al fin y al cabo, la ciencia es conocimiento y el saber es poder. Un poder al alcance de todos.

Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Física cuántica y la importancia de conocer la ciencia y no temerla para evitar ser estafados.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).

2 Comentarios

  1. Muy interesante esta reflexión. La verdad es que es un tema que de buenas a primeras da un poco de miedo por ser algo muy técnico y de cierta forma «ajeno» al día a día de las personas, pero con las explicaciones adecuadas es un tema muy emocionante.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here