¿Cuestión de fe?: Un dragón en el garaje…

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La fe es algo curioso. Las creencias son como un castillo de naipes que construimos en el cielo de nuestra mente. Se van colocando las cartas con suma delicadeza para que no se rompa el delicado equilibrio de nuestra fe. Esas cartas las tomamos de diferentes mazos: unas vienen de la superstición, otras del mazo de la costumbre y otras del de la última esperanza férrea. Este castillo es frágil, una ráfaga de viento racional o de fiera lógica puede derribarlo. Cada uno elige si quiere dejar entrar el viento o mantener en su mente esta inquebrantable fortaleza. Pese a ello, creo que hay quienes necesitan proteger su castillo a costa de todos, casi parece como si en su mente hubiese grietas por las que la más mínima brisa pudiese entrar y desplomar toda su fe. Porque si no, supongo que no tendrían tantos problemas con un simple cartel publicitario, ¿no?

El mes pasado hablábamos de la superstición y del “por si acaso”. De cómo hay gente que afirma no ser religiosa y que, aun así, reza en un examen. Podríamos seguir nadando hacia las profundidades de este pensamiento y su origen. Sin embargo, hay una noticia que nos ha dejado la Semana Santa que creo que debemos mencionar y reflexionar sobre ella.

Y al tercer día… la campaña no resucitó.

Acabamos de ver enormes muestras de fe en todo nuestro país, apenas hace unas semanas que veíamos las calles llenas de cófrades – o papones como los llamamos en mi querida León – una muestra clara de fe o, al menos, de costumbre. Sin embargo, también nos marchábamos a casa tras el puente con un amargor: la denuncia a Burger King por la utilización de ciertos pasajes de la Biblia para promocionar su establecimiento.

Os voy a poner brevemente al día sobre la noticia. La cadena de comida rápida Burger King decidió publicitar sus nuevos productos vegetales empleando conocidas frases de la Biblia parafraseadas. Twitter estalló, hasgtags fueron creados, boicots fueron anunciados y, finalmente, al tercer día la blasfema publicidad se rectificó. Entre medias algunos políticos sacaron provecho del tema, ciertos xenófobos acusaron de no atreverse a hacer lo mismo con el islam… etc., etc., etc.

Aquí os dejo las imágenes de dicha campaña extraídas de: El heraldo de Aragón.

Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden… o no.

No pretendo juzgar la campaña de Burger King, no voy a hablar de qué debería hacer o dejar de hacer la publicidad, eso se lo dejo a mis compañeros publicistas. Mi labor aquí está en señalar esta doble moral. Un argumento, por otra parte, que muchos han intentado emplear para acusar a la cadena de comida rápida. Muchos comentarios versaban sobre la doble moral, diciendo que la empresa no se atrevería a hacer esto con frases del islam o del judaísmo pero que con la religión cristiana todo vale. ¿De verdad? Si todo valiese dudo que se jurasen los cargos políticos sobre una Biblia y un crucifijo. Si todo vale no habría juicios pendientes, víctimas sin creer y gente que aún mira para otro lado ante los abusos de los eclesiásticos.

Hemos llegado a un punto terrible y terrorífico en nuestra historia y no hablo solamente de la guerra, del hambre o de la desigualdad que continúan como la verdadera pandemia que son. Hablo de la doble moral, de la hipocresía rampante y orgullosa que nos infecta. ¿Cómo es posible que un cartel ofenda más que 633 casos de abuso en la iglesia española?

Si algo he aprendido en mis años en un colegio religioso, 15 para ser precisos, es que la Biblia habla sobre el perdón – entre otras cosas – sobre cómo ser cristiano significa perdonar. ¿Dónde está ese perdón?

Los que os hayáis sentido ofendidos por el cartel de Burger King deberíais releer otros pasajes: Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros. -Mateo 6:14

Amaos los unos a los otros… y no pongáis por encima de las personas un libro

Es curioso que los mismos que acusan a mi generación de ser “de cristal” sean los que más se ofenden y se ofuscan cuando sale a la palestra el tema de la religión católica. Sí, especifiquemos. ¿No es curioso cómo se elige ver lo que nos ofende? Hay quien puede pensar que en un Estado laico como España no debería crear tanta fricción un simple anuncio. ¿Qué hubiese pasado si en lugar de la Biblia se citase el Corán o la Torá? Aquí podemos tener mil y un discursos que no voy a molestarme en escribir. Solamente me gustaría reflexionar sobre este tema. ¿Hasta dónde llega la fe? ¿De verdad se puede ver la fe afectada por un anuncio? Tal vez sí, tal vez haya muchos castillos de naipes que se tambaleen por una brisa con olor a salsa barbacoa. El caso es que cuando una empresa decide utilizar unas frases de un libro nos llevamos las manos al crucifijo ofendidos sin remedio. Pero cuando algún integrante de esa misma fe con sotana habla de curar la homosexualidad o cuando se habla de los abusos cometidos por los religiosos no agarramos el crucifijo ni nos asombramos, solamente agachamos la cabeza y miramos para otro lado. Tal vez no se trata de fe, no se trata de que afecte a tu creencia lo que haga o deje de hacer una cadena de hamburguesas con unas palabras, tal vez sea cuestión de ofenderse o de justificar. No sé por qué hay un sentimiento y una necesidad de defender con uñas y dientes una creencia, una fe, una religión y todo lo que hacen los que la llevan por bandera. No sé por qué nace esa necesidad y sobrepasa el defender los derechos humanos. No entiendo por qué los mismos que se ofenden por un cartel publicitario no les ofende que la iglesia quiera curar la homosexualidad o que se abuse de menores. No sé en qué momento decidimos como humanidad que era más importante lo que pone un libro que la vida de las personas.

Twitter: @Mariaesp19
Instagram: mariaespinosa.19
Blog: Espantapájaros

Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Analizamos y reflexionamos sobre la campaña publicitaria de Burger King y sus repercusiones. ¿Hasta dónde llega la fe? ¿Por qué ofende más una campaña que los casos de abuso?
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).

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