“Con humanos no hemos pasado de la luna”

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Las misiones espaciales siempre han llamado la atención de la sociedad, bien sea gracias a la ciencia ficción de Star Wars o a los grandes descubrimientos científicos que se hacen en el espacio. La primera vez que el hombre pisó la luna, las primeras imágenes del Rover de Marte, la última imagen que envió la sonda Voyager son sólo algunos de los hitos espaciales logrados a lo largo de los años en la carrera por el descubrimiento del espacio. Pero, ¿qué son los viajes espaciales? ¿cómo deben realizarse? ¿mediante robots o viajes tripulados? A estas preguntas responde José Francisco Sanz Requena, astrofísico, cuyas investigaciones versan sobre las atmósferas planetarias de Júpiter y Saturno para poder aplicarlas al cambio climático terrestre.

Con cinco mil millones de años, el planeta Tierra forma parte del Sistema Solar compuesto por 200.000 millones de galaxias y cada una con cien mil millones de estrellas como nuestro Sol. La investigación y la exploración espacial logran estas respuestas pero siempre con cada nuevo descubrimiento aumenta la curiosidad científica por ir más allá. “Puedes comprender el sistema solar, su nacimiento, evolución, diversidad y cambios. Y, por supuesto, se puede entender la tierra y al ser humano. Suelo decirles a mis alumnos que vivimos en un planeta, dependiente de la luz y calor de una estrella. Eso es astrofísica”, afirmó Sanz Requena.

El afán investigador de los humanos, busca respuestas sobre el origen de la propia vida en la Tierra: “La teoría actual más aceptada es la Panspermia, que explica que las moléculas de carbono que dieron lugar a la vida en la Tierra llegaron en la época del bombardeo tardío cuando varios cometas impactaron contra la tierra”. Como hiciera Colón en América, el ser humano quiere explorar y extender su presencia por todo el universo. La exploración del sistema solar también sirve para desarrollar tecnología como el velcro, los pañales, los portátiles, provenientes de la investigación espacial. “A pesar de las muchas razones que tenemos para explorar el espacio, se destina a la exploración espacial, mucho menos que por ejemplo, en defensa. 40 mil millones de dólares en el espacio frente a 1.100 mil millones en defensa”, recalcó el investigador.

La exploración espacial no está exenta de riesgos y complicaciones, a las que se tienen que enfrentar los científicos que envíen las misiones al espacio: “Nuestro Sistema Solar no termina en Plutón, llega hasta el cinturón de Kuiper que se extiende hasta la nube de Oort, todo ello en nuestra galaxia. El universo tiene 14.750 millones de años y alberga una gran variedad de objetos, no solo planetas, también encontramos estrellas, objetos transneptunianos, lunas… etc.” Poder realizar con éxito el viaje al espacio depende de muchos factores: “Primero el viaje, planear el despegue, la orbitación y el aterrizaje. Después el trabajo que se va a realizar donde se vaya, tomar muestras y medidas de lo que encontremos. Lo siguiente es comunicar y enviar los datos que se obtienen, derivado de la comunicación viene el aprendizaje, el interés que haya en un planeta como Marte por saber si hubo agua hace tiempo y por último la divulgación de estos descubrimientos.”

Pero los viajes espaciales suponen unos peligros y unos riesgos que los científicos han de solventar y tener en cuenta cuando se prepara una misión porque “la exploración espacial es muy compleja, organizar un viaje al espacio es muy costoso y complicado, el primer paso es ser capaces de superar la gravedad terrestre, escapar de la Tierra. Hay que alcanzar una velocidad de 11 kilómetros por segundo, lo cual supone una cantidad enorme de energía. Una vez alcanzada esa velocidad se supera la gravedad terrestre.»

“Los humanos no soportan las condiciones externas de otros planetas. Estamos hechos para vivir en la tierra”

A pesar de las complicaciones, han sido muchas las misiones que se han realizado al espacio. El primer hito astronómico fue el Sputnik lanzado el 4 de octubre de 1957, con la puesta de un objeto en la órbita terrestre. El 3 de noviembre de ese mismo año se lanzó el Sputnik II con la perrita Laika en su interior. También viajó al espacio el chimpancé Ham y se logró que volviera con vida a la tierra en la nave Mercury (1962). Por supuesto, el primer hombre en viajar al espacio fue Gagarin en 1961. Estos hitos astronómicos fueron muy relevantes para la sociedad, aunque los avances más importantes se producen cuando el Presidente Kennedy toma como objetivo llegar a la luna.

Además de los problemas de despegue se tienen en cuenta las condiciones extremas que los humanos no soportan adecuadamente: “Estamos hechos para vivir en la Tierra. Choques, vibraciones, temperaturas extremas como en Venus a 450º o en Marte a menos 100º, la radiación gamma y ultravioleta de la que no nos protege la atmósfera cuando estamos en el espacio o el ultravacío capaz de hacer hervir la sangre…”

Las complicaciones que conllevan los viajes espaciales son múltiples y más si se envían naves tripuladas por humanos. Las líneas de investigación y la tendencia actual es enviar naves no tripuladas, es decir realizar viajes espaciales con robots. “En los viajes tripulados, hay que tener en cuenta la seguridad de los astronautas. Naves presurizadas, alimentos, proteger de la radiación o la asistencia médica son algunos quebraderos de cabeza. Sin embargo, en las misiones robotizadas se puede llegar mucho más lejos, hasta lugares que el ser humano sería incapaz de viajar por sus condiciones físicas. Con el hombre no hemos pasado de la Luna.”

Estos robots deben prepararse para cumplir funciones propias de los humanos como pensar por sí mismos, tener sentidos, comunicar, moverse y en definitiva ser capaces de recolectar información útil para la investigación del espacio: “Actualmente no hay debate posible, solo podemos enviar robots a explorar y anticipar la futura conquista humana del sistema solar.”

Las misiones al espacio han sido muchas, desde los veintiún viajes tripulados con personas a la Luna hasta los viajes de la onda Cassini a Júpiter sin olvidar las cerca de cincuenta a Marte o las muchas al cometa Halley. Queda mucho universo por descubrir y la exploración espacial es fundamental para avanzar en la ciencia y en el conocimiento. Y actualmente esta exploración es mucho más viable con robots que con humanos.

Razón: Los alumnos aprendieron las características de la entrevista reportajeada y la relevancia de los conocimientos de un periodista científico, entrevistando a un experto sobre misiones espaciales.
Temática: Los viajes espaciales ayudan a entender quiénes somos pero estas misiones espaciales no pueden ser tripuladas por humanos, al menos de momento.
Alumnos: María Espinosa y Tamara Rubio.
Curso: 2016-2017
Asignatura: Periodismo especializado

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