Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en Vietnam, o al menos así me pasaba a mí hace tiempo, es la guerra de este país con Estados Unidos. Hay montones de películas que hablan sobre ello. Seguro que a más de uno le suena «Apocalypse Now», «Platoon», «Good morning Vietnam», «La chaqueta metálica» o la famosa saga de «Rambo». Y es que Hollywood ha gastado una auténtica millonada en hablar sobre este tema, muchas veces desde un punto de vista propagandístico y dando a entender en más de una ocasión que los estadounidenses salieron victoriosos, y no fue así.
Pero en este artículo no voy a hablar de conflictos, aunque sea una parte muy importante para conocer la historia y estado actual del país. Hoy os vengo a proponer un viaje a Vietnam de unos 15 a 20 días, dependiendo del tiempo de que dispongáis y de cómo ajustéis los días que vais a pasar en cada lugar.
La ruta se inicia en la Ciudad de Ho Chi Minh, en el sur del país, la base perfecta para conocer lugares tan icónicos como el delta del Mekong, u otros tan curiosos como lo túneles de Cu Chi o un templo Cao Dai. Tras ello nos trasladaremos al centro para visitar un par de ciudades tremendamente bellas, Hue y Hoi An, llenas de encanto y muy diferentes de las caóticas grandes urbes vietnamitas. Por último, el viaje terminará en la zona norte, donde haremos un precioso trekking en la zona montañosa de Sapa, conviviendo con las familias de la zona. Visitaremos Hanoi, la capital del país, y navegaremos por la bahía de Halong, la auténtica joya de Vietnam. Realizando el viaje de sur a norte las emociones irán in crescendo, ya que terminaremos en lugares únicos como Sapa o la bahía de Halong, poniendo así la guinda perfecta para un viaje por Vietnam.
¡Vamos a detallar cada lugar!
Ciudad de Ho Chi Minh
Enjambres de motos circulan por las calles de la ciudad más poblada de este país, y esto ya de por sí constituye un espectáculo digno de ver. Familias enteras de cuatro o cinco miembros en una vespino, cargas que no cabrían en los maleteros de muchos coches europeos atadas en el asiento de la moto y otras muchas más locuras serán lo que verás a poco que prestes atención al tráfico de esta ciudad.
Aunque no tiene tantos atractivos como otros puntos del país, hay lugares que merecen ser visitados si se dispone de tiempo. El Palacio de la Reunificación, dónde tuvieron lugar momentos tan críticos e importantes en la historia del país; la catedral de Notre Dame, que parece sacada de una ciudad europea; la Oficina Central de Correos, donde un gran retrato del líder Ho Chi Minh preside el hall interior del edificio; el mercado de Ben Thanh, conocido por tener grandes gangas de todo tipo de productos, incluyendo falsificaciones de gran calidad; la Pagoda del Emperador de Jade, un pequeño templo curioso de visitar, sobre todo si nunca se ha visitado uno en el sudeste asiático; y el Museo de la Guerra de Vietnam, donde se exponen fotografías y otros elementos de la guerra contra los Estados Unidos, uno de los lugares más interesantes de la ciudad que está cargado de imágenes de gran crudeza.
Delta del Mekong
A unas horas de Ho Chi Minh se encuentra el delta del río Mekong. Este larguísimo río cruza ni más ni menos que seis países, China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. La importancia de este río es crucial para millones de personas. Sí, habéis leído bien, millones. Se calcula que proporciona sustento a unos cien millones de habitantes de la península de Indochina. Esto no sólo se debe a la pesca, como la del famoso y barato pez panga que encontramos en nuestros supermercados. Las aguas de este río proporcionan toda la riqueza a la agricultura de esta zona. Mientras que en otras zonas del país se realiza un único cultivo anual de arroz, en el delta del Mekong se producen tres cosechas. De hecho, Vietnam es el segundo productor mundial de este cereal.
Tantísima materia prima necesita ser trasladada y, una vez más, el propio río toma un papel crucial, convirtiéndose en el transporte de la misma. Mercados flotantes y miles de kilómetros de canales convierten a esta zona en un lugar de gran interés turístico. Son comunes los tours de un día que parten de Ho Chi Minh al delta en los que se puede ver los canales, las granjas y el modo de vida de sus gentes. Pero como pasa siempre, si dispones de tiempo, lo recomendable es poder hacer noche allí para madrugar y ver el trasiego matutino de barcazas vendiendo productos en mercados como el de Cai Rang en Can Tho o el mercado flotante de Cai Be en Tien Giang.
Túneles de Cu Chi
Seguimos en el sur del país, pero cambiamos de escenario por completo. Durante la guerra contra Estados Unidos, el Viet Cong utilizó los túneles de Cu Chi como refugio para esconderse de los enemigos, aunque también como vivienda, vía de comunicación, hospital… Se desarrolló toda una vida subterránea allí abajo.
Existe una zona que puede ser visitada y en la que se explica las condiciones en las que vivía allí el ejército vietnamita, las trampas que utilizaban, la estructura de sus túneles, las actividades que allí realizaban, etc. Es un lugar muy interesante. Pero lo curioso no sólo es lo que se ve o se oye de las explicaciones, también se puede vivir en primera persona lo que ellos sentían al moverse allí abajo. En un tramo de túnel adaptado al tamaño de los occidentales puedes probar a meterte dentro y caminar, o gatear, hasta la siguiente salida. La sensación de calor, humedad y agobio son máximos durante los pocos minutos que tardas en llegar a la salida. Imaginad lo duro que debía ser estar bajo tierra durante varios días enteros. Ah, cuando he comentado lo de adaptado al tamaño occidental, me refería a que los túneles son mucho más altos y anchos que lo que ellos tenían en realidad. Por ejemplo, para entrar por el agujero de entrada, yo, que mido 1,80, tenía que estirar los brazos hacía arriba porque mis hombros eran más anchos que lo que medía el agujero.
Templo Cao Dai
El Cao Dai es una religión sincrética que mezcla elementos de las principales religiones monoteístas (cristianismo e islamismo), pero también del hinduismo, budismo, taoísmo y confucionismo. Aunque se practica en otros países, es en Vietnam donde tiene más fieles.
Relativamente cerca de Ho Chi Minh, en Tay Ninh, se encuentra uno de estos templos que se puede visitar. Llama la atención lo colorido de su interior, así como las vestimentas usadas por sus monjes. Siempre que se tenga la oportunidad es recomendable visitarlo durante la celebración de una de sus ceremonias, ya que se permite la entrada a turistas permaneciendo en la parte trasera y sin molestar.
Hoi An
Cambiamos de región y volamos al centro del país. Los vuelos internos en Vietnam son realmente baratos y el avión es una de las mejores formas de salvar grandes distancias en poco tiempo.
Hoi An posiblemente sea una de las ciudades más bonitas de todo el país. De hecho, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fachadas pintadas en tonos ocres, casas centenarias de antiguos mercaderes, farolillos iluminando las calles por la noche y antiguos puentes de piedra hacen que esta localidad tenga una magia increíble.
Además de la tremenda belleza de sus calles y casas centenarias, Hoi An es famosa por sus sastrerías en las que te pueden elaborar cualquier prenda a medida. Lleva una foto con el modelito del famoso de turno y ellos te lo reproducirán con tus medidas en un par de días. Lo que en España sería un artículo de lujo, en Hoi An tiene el mismo precio que podríamos encontrar en cualquier tienda de un centro comercial español. Por poner un ejemplo, puedes tener una camisa de hombre hecha a medida, con materiales de gran calidad, por unos 20 o 30 euros.
Pero no sólo destacan por ser buenos costureros, también por ser buenos cocineros. Si ya de por sí Vietnam es un auténtico paraíso gastronómico por las mezclas e intensidad de sus sabores y sus influencias de la gastronomía francesa, china y japonesa, Hoi An es famosa por su cocina tradicional. Uno de los platos más destacados es la Rosa blanca o White Rose, unos deliciosos raviolis de harina arroz rellenos de gambas o carne. Reciben este nombre porque se asemejan a los pétalos de una rosa.
Ruinas de My Son
Cerca de Hoi se encuentran las ruinas de My Son, capital del antiguo reino Champa. Las edificaciones de estos templos budistas edificados entre los siglos IV y XIII recuerdan en cierta manera a los resplandecientes templos de Angkor de Camboya, aunque en menor tamaño. Por desgracia, los bombardeos que tuvieron lugar durante la guerra contra los Estados Unidos destruyeron una gran parte de este complejo. De hecho, aún se pueden ver los cráteres que dejaron las bombas, así como las huellas de las balas en las edificaciones que aún permanecen en pie. De los 70 edificios que hubo inicialmente solo se conservan 20 en buen estado.
Hue
A algo más de 100 kilómetros al norte de Hoi An se encuentra Hue, residencia del emperador y capital de Vietnam durante años. De hecho dos de sus principales atractivos son la ciudadela y las tumbas imperiales.
La ciudadela de Hue es una impresionante fortaleza de principios del siglo XVII, también patrimonio de la UNESCO. Palacios, templos, murallas, bastiones, fosos y jardines se funden en este enorme complejo, creando un conjunto arquitectónico de enorme belleza que requiere de todo un día para visitarlo y disfrutarlo como se merece.
En las afueras de la ciudad se encuentran diferentes complejos de tumbas imperiales. Todas con estilos, conceptos y extensiones diferentes, pero cada una con algo peculiar que hace que merezca le pena visitarlas. Las más destacadas son las Tu Duc, Khai Dinh y las de Minh Mang.
En mi opinión, los edificios, templos o construcciones más bonitas del país se encuentran en el centro del país, tanto en Hoi An como en Hue. Así que si visitáis el país, no obvies el centro de Vietnam.
Hanoi
Volvemos a cambiar de zona y volamos al norte, a la capital, a Hanói. Al igual que ocurrió con Ho Chi Minh en el sur, Hanoi es la base perfecta para moverte por el norte de Vietnam. Sin embargo, y esto es una opinión personal, esta ciudad me parece bastante más bonita que Ho Chi Minh.
El Lago Hoan Kiem, ubicado en pleno centro de la ciudad, es un lugar lleno de vida a todas las horas del día, especialmente durante los fines de semana. Además, en el centro del mismo se encuentra una bonita pagoda unida por un puente a tierra firme. Otros puntos de interés de la ciudad son el Mausoleo de Ho Chi Minh, donde se encuentra el cuerpo embalsamado del líder comunista; la pagoda del Pilar Único, especial por esa misma razón; el Museo de la Historia Militar de Vietnam, que al igual que el de la ciudad Ho Chi Minh, es de recomendada visita; el Templo de la Literatura, cuya estampa aparece en los billetes de 100.000 dongs vietnamitas; la Catedral de Hanoi, cuya estampa es similar a la famosa Notre Dame parisina, salvando las distancias, claro; o la Ciudadela de Hanoi, incluida entre los lugares patrimonios de la UNESCO de este país.
Tam Coc
90 kilómetros al sur de Hanoi se encuentra Tam Coc, al que algunos llaman la Bahía de Halong del interior. Las comparaciones son odiosas, pero sí que es cierto que los paisajes kársticos pueden llegar a recordar las maravillas que nos ofrece la archiconocida bahía.
Una de las actividades más comunes que se realizan en Tam Coc es navegar con una barca por el río Ngo Dong. Tam Coc significa literalmente «tres cuevas» y hace referencia a las cavidades que ha creado el río a su paso por un paisaje de montañas kársticas. Por si esto no fuese suficientemente bello, en los márgenes del río se encuentran campos de arroz que hacen aún más pintoresco este lugar.
Existen más formas de visitar esta zona como alquilar una bici y dar un paseo entre los arrozales. Es otra experiencia que si tenéis la oportunidad, no podéis dejar escapar.
Sapa
En las montañas del norte del país, cerca de la frontera con China, se encuentra uno de los lugares más bellos de Vietnam, Sapa. Esta zona montañosa está ubicada en la cordillera Hoang Lien Son, parte del Himalaya, y se caracteriza porque una buena parte de las faldas de sus montañas están talladas por terrazas de arroz.
El entorno es espectacular, pero no es lo único, su gente es otro de sus grandes atractivos. En esta zona viven diferentes etnias, siendo Hmong la predominante. Durante los tres días que estuvimos por estas tierras, tuvimos la suerte de pasarlos junto a Mao, una joven guía Hmong. Junto a ella realizamos rutas de trekking, hablamos de sus tradiciones, de su cultura, de su vida en los valles de Sapa, cocinamos juntos y dormimos en las casas de sus familiares. Todo ello hizo que la experiencia en Sapa fuese realmente intensa, convirtiéndose en uno de los mejores recuerdos del viaje.
Bahía de HaLong
Siempre se dice que hay que dejar lo mejor para el final y en este viaje así lo haremos. La bahía de Halong, una de las siete maravillas naturales del mundo es un espectáculo que hay que ver al menos una vez en la vida. Un lugar mágico del que podría intentar buscar adjetivos para calificarlo, pero si los encontrase, no se acercarían ni lo más mínimo a lo que se siente al verlo.
Se dice que este paisaje kárstico, en el que miles de islotes inundan el horizonte del mar, fue creado por dragones. En tiempos pasados el invasor chino quería conquistar esta zona del imperio vietnamita. Fue entonces cuando el emperador vietnamita pidió ayuda a una familia de dragones, que respondieron lanzando perlas y jade a los barcos enemigos para hundirlos. Tras la batalla, y viendo la belleza del resultado de sus acciones, los dragones decidieron quedarse allí. De ahí su nombre, Bahía de Halong, que se traduce como Bahía de los descendientes del Dragón.
Una de las mejores formas que existen para visitar esta zona es a bordo de un crucero en un barco tradicional. Dormir en un cómodo camarote, despertarse, correr las cortinas de la ventana y ver ese paisaje es algo que no tiene precio. Además, en estos cruceros se realizan actividades bastante interesantes como hacer kayak por la bahía, cursos de cocina express, visitas a cuevas y a granjas de perlas, etc. Si tenéis la oportunidad de pasar dos noches, hacedlo. Muchos de los turistas que visitan la bahía, pasan una sola noche y vuelven a puerto. En mi caso, estuve dos noches y gracias a ello, puede disfrutar en completa soledad de la bahía, sin otros barcos, sin más turistas y sin ningún ruido que interrumpiese aquella magia.
Con este artículo he querido plasmar de una forma esquemática una posible ruta que se puede realizar si dispones de 15 a 20 días para visitar el país. Pero, por supuesto, Vietnam ofrece mucho más como las playas de Phú Quoc o Nha Trang, la zona de Phong Nha Ke Bang (Dong Hoi) y sus famosas cuevas, y otros tantos ejemplos que se podrían citar.
Tampoco os he hablado de su gastronomía, su climatología, cuándo es la mejor época para ir y un largo etcétera de cuestiones a tener en cuenta para plantear un viaje a este país. Si estáis interesados echad un vistazo a la guía de Vietnam que escribí en mi blog.
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Razón: Alberto Hernáiz González publica en su blog Notas de un viajero, guías y crónicas de los viajes que realiza alrededor del mundo. En Vuélcate, publicará sobre los destinos más atractivos para inspirarte en tus futuros viajes.
Temática: Ruta para recorrer Vietnam de sur a norte.
PAS: Alberto Hernáiz González. Administrador de la plataforma e-learning Open Campus UEMC.
Especialización: Cronista y fotógrafo de viajes.
[…] El norte de Vietnam está lleno de tesoros, como esta región cercana a la frontera con China y de la que os hablé en la Ruta por Vietnam de sur a norte. […]