Fantasmas, espíritus y cómo nos comunicamos con ellos, siempre despertarán curiosidad. Es innegable que a todos nos gusta pensar que nuestros seres queridos están en un lugar mejor. Sin embargo, de ahí a hablar con fantasmas y hacer sesiones de espiritismo con madres muertas hay una línea que no debemos cruzar.
¿A ti te crujen los dedos de los pies?
Como ya vimos el mes anterior, el espiritismo ha sido siempre un fraude. Las primeras espiritistas, las hermanas Fox, tras años de fama, de demostraciones donde los intelectuales de la época no daban crédito y, por fin, una de ellas admitió la realidad. Fue Maggie, en 1888, quien admitió en una entrevista que todo había sido un fraude, un engaño. ¿Cómo? Las articulaciones de los pies. La mayor patraña del siglo perpetrada por unas niñas inocentes y su hermana que vio una oportunidad de oro en los ruidos que hacían con los pies sus hermanitas pequeñas.
Así terminó el espiritismo y no se supo de esta extraña cultura nunca más. Ah no, espera. Sí, aún a día de hoy hay gente que se aprovecha de nuestras mayores debilidades, menuda novedad. ¿Acaso hay alguien que no quisiera volver a hablar con sus abuelos, padres o seres queridos fallecidos? La cuestión está en pagar a farsantes y vende humos que afirman poder ponernos en contacto con ellos, siempre por un módico precio. Tal vez no usen los sonidos de sus pies, pero desde luego utilizan una técnica muy evidente: preguntar. Si vas a un espiritista comenzará a preguntarte por qué has ido, con quién quieres contactar… etc. De esta forma podrá sacarte toda la información que necesita. El resto basta con decir que tu familiar te quiere, te echa de menos o te perdona. Lo que se vea más conveniente. Tú mismo, que estás leyendo este artículo, puedes hacer de espiritista sin problema. Solo necesitas una mesa redonda, un mantel rojo y la parafernalia mística que creas conveniente.
El mago que terminó con el espiritismo
Es cierto que el espiritismo estuvo en boga durante mucho tiempo y la gente adinerada realizaba sesiones con médiums como forma de pasar la noche con amigos. Uno de estos fans del espiritismo fue el autor archiconocido: Arthur Conan Doyle, creador del mítico Sherlock Holmes. Pese a la racionalidad de su personaje, el propio Doyle creía sin fisuras en las médiums, tanto que invitó a Houdini a una sesión. Por aquella época Harry Houdini se había convertido en el azote del espiritismo, desenmascaraba a médiums y estafadores espiritistas por doquier. Pero Doyle se propuso convencerle contactando con la difunta madre del ilusionista.
La esposa de Doyle sería la espiritista encargada de contactar con la madre de Houdini en el más allá. Ella comenzó a subir la voz, a tener espasmos y demás patrañas para convencer al ilusionista de la veracidad de la situación. Pero el punto álgido fue cuando escribió lo que la madre de Houdini le decía desde la ultratumba. Como resultado, una carta emotiva que cualquiera podríamos escribir: llena de generalidades de afecto y palabras cariñosas a su hijo. Pero, un momento… Houdini nació en Hungría, por lo que podemos pensar, sin que conozcamos su biografía, que su madre sería perteneciente de tal país. De hecho, la madre de Houdini nunca aprendió a hablar inglés. ¿Adivináis en qué idioma estaba la carta de la difunta madre de Houdini y escrita por la esposa de Doyle? En inglés.
Ante tal despropósito, Houdini terminó la relación de amistad con la pareja. Ellos se defendieron afirmando que el más allá estaba lleno de misterios y que su madre podría haberse comunicado en inglés porque… ¿se sacó el C1 en el más allá? Evidentemente Houdini los tachó de farsantes y ahí terminó su amistad.
No debería hacer falta decir que los fantasmas y los espíritus no existen, pero, al parecer, aún en el siglo XXI sigue siendo necesario. Sí, Bécquer escribía sobre apariciones y brujas y todos hemos sentido alguna vez un escalofrío en un cementerio. Pero esto no quiere decir que nuestro abuelo haya pasado a nuestro lado, por desgracia. ¿Creéis que a Houdini no le hubiese gustado hablar con su madre? Claro que sí, pero no es posible y quienes te digan lo contrario son la peor escoria de la sociedad. Son aquellos que se alimentan de la esperanza, de la añoranza que sentimos y le ponen un precio para contarte una dulce mentira. No pagues a un médium. Tus seres queridos te quieren y te echan de menos y, si no es así, al menos tú sí sientes eso por ellos. ¿No es suficiente?
Twitter: @Mariaesp19
Instagram: mariaespinosa.19
Blog: Espantapájaros
Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: En este artículo se retoma la historia de espiritismo: cómo las hermanas Fox llevaron a cabo el fraude del siglo y del fin de la amistad de Harry Houdini y Arthur Conan Doyle.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).