Se ha descubierto que las personas huyen de los hechos para proteger sus creencias e ideologías, pero a los periodistas de América Latina y Estados Unidos no les pilla de sorpresa.
Los estadounidenses supieron pronto que los datos no importan tanto en 2016 con la llegada al poder de Donald Trump y los brasileños en 2018 con la elección de Jair Bolsonaro.
Las pruebas y datos no pueden cambiar opiniones porque ya no se cree en ellos ni en los medios de comunicación, y sólo se salva el WhatsApp.
Como dice Dan Kahan, psicólogo de la Universidad de Yale, este fenómeno consiste en “construir pruebas para que sean congruentes con la identidad y no con la verdad”, y se descartan los hechos que no pueden comprobar la idea prefijada del individuo.
En tiempos de redes sociales y de la necesidad de reafirmarnos como ciudadanos pertenecientes a este o aquel grupo, tenemos mucho que pensar ahora que fabricamos nuestros perfiles en las redes para que que sean congruentes con lo que queremos parecer.
Razón: Artículo de opinión en el marco de la asignatura Periodismo especializado y basado en el artículo Por qué los datos ya no convencen a nadie, en http://www.voxpopuli.com/next/datos-convencen-nadie.
Temática: Posverdad y datos que no convencen a la ciudadanía.
Alumnos: Thainá Psevucki (Movilidad internacional: Brasil).
Curso: 2018-2019.
Asignatura: Periodismo especializado.