En la sociedad de la información y el conocimiento, uno de los problemas universales para todo ciudadano es distinguir la calidad de la información. Es bien sabido que estamos expuestos a una ingente cantidad de información proveniente, en muchos casos, de la opinión y no del conocimiento, que puede ser verdad o mentira, pues está al alcance de todos difundirla rápidamente, sin mayor contraste que el número de visitas o los “likes” recibidos. De lo anterior se desprende que la información cada vez toma mayor valor en función de su volumen y no de su contenido.
Los buscadores, Google o similares, permiten buscar información de cualquier tema. Los resultados obtenidos no implican que sean fiables o de calidad, solo a través de nuestras habilidades y competencias respecto a la información podremos discernirlo.
Estamos hablando de la denominada alfabetización informacional, saber cómo utilizar la información, que, junto con otras alfabetizaciones, como la digital, la socio-emocional, la foto visual o la derivada no lineal nos permitirá obtener las competencias transversales necesarias para la plena integración en esta sociedad.
Es parte de la alfabetización informacional, además de saber leer, reconocer cuándo tenemos una necesidad informativa y su alcance, conocer las fuentes de información que nos van a permitir localizar y acceder a esa información de forma eficaz y eficiente, evaluar los resultados obtenidos y usar la información de forma ética y legal; pero también lo es el pensamiento crítico, eliminando cualquier sesgo, prejuicio o información engañosa; la escritura científica, conociendo y utilizando los distintos gestores de referencia, las normas de citas y referencias bibliográficas; y, finalmente, el discurso oral o cómo comunicar la información.
El comienzo en la universidad supone adaptarse a un nuevo entorno académico de estudio y aprendizaje que requerirá aplicar todas las competencias de la alfabetización informacional para no quedarnos con los primeros resultados de Google que, sin duda, no serán científicos sino solo aproximativos al tema que estés estudiando.
Es aquí donde la biblioteca universitaria te será de gran ayuda pues toda la bibliografía disponible es académica y previamente seleccionada por los profesores de cada titulación. Te seremos de mayor utilidad si conoces nuestra colección y nuestros servicios. Disponemos del material bibliográfico y documental que necesitas para estudiar tu carrera y te lo prestamos durante 10 días; 158 puestos de lectura en la sala de consulta y 45 en las salas de trabajo grupales; un amplio horario de apertura -de lunes a viernes de 8:00 a 21:00 h. con aperturas extraordinarias los fines de semana de exámenes-; no olvides visitar nuestro catálogo y nuestra web para enterarte de todas las novedades de la biblioteca -exposiciones, horarios especiales, concursos, recomendaciones, etc.-. En la Guía de la Biblioteca encontrarás la información imprescindible que debes conocer. Puedes descargarla o solicitarla en el mostrador de biblioteca.
Conoce más sobre la alfabetización informacional
Razón: Los nuevos alumnos que inician sus estudios en la universidad han de conocer todos los recursos que ésta pone a su alcance para ayudarles en la consecución de sus objetivos. La Biblioteca Universitaria es uno de ellos y es más que una simple sala de estudio. De ahí, surge Dulcilea.
En la biblioteca universitaria sus usuarios encuentran información de calidad de forma rápida y eficiente. Conoce todas las posibilidades que te ofrece y adquiere las competencias básicas de la alfabetización informacional para ser partícipe de la sociedad de la información y el conocimiento
Temática: Alfabetización informacional para encontrar información de calidad.
PAS: Mercedes Santiago Calvo. Biblioteca Universitaria.
Especialización: Acceso a la información.