EL periodismo está considerado como un trabajo basado en la honestidad, fiel defensor de la ética profesional y con el único objetivo de contar la verdad a quienes hacen posible su existencia: su público.
Todo cambia cuando los círculos de poder, las conexiones que existen entre las grandes empresas y los medios de comunicación, consiguen que el periodismo se convierta en un arma para el poder, manipulable y con un único objetivo: conseguir más beneficios, sin respetar los principios que deberían seguir al ser el medio por el que la información supuestamente llega veraz a la sociedad.
Grandes empresas son capaces de todo por ocultar cualquier información que les perjudique y el periodismo ha contribuido a este poder. ¿Cómo un gran medio de comunicación se echa atrás en el momento de contar al público una noticia crucial? Por suerte para el periodismo, todavía existen periodistas que están dispuestos a defender la esencia periodística. Que ponen en peligro su trabajo por ayudar a una fuente y por hacer que la sociedad se entere de algo que necesita saber. Por sacar adelante una investigación que no se puede quedar sin ver la luz.
“¿Es noticia? Sí. ¿Lo vamos a publicar? Claro que no. ¿Por qué? ¿Por qué no dice la verdad? ¡No! Porque dice la verdad, por eso no lo vamos a emitir” dice el periodista protagonista de la película El Dilema (1999). El futuro del periodismo está en sus propias manos.
Razón: Artículo de opinión en el marco de la asignatura Periodismo de investigación y la presión de las fuentes periodísticas, en concreto, sobre la película El Dilema (1999).
Temática: Esencia periodística y poder empresarial.
Alumnos: Ana María Castaño Sánchez. Foto: Ana María Castaño Sánchez.
Curso: 2017-2018.
Asignatura: Periodismo de investigación.