Era el momento de aclarar algún que otro tema iniciado por la presencia del fantasma de Roman en la mente de Ángela.
Llegaron al hotel más cercano al alba. Entraron en la recepción y pidieron una habitación libre. Subieron al cuarto y se quitaron todo menos la ropa interior. Se tiraron los dos al suelo, Ángela de nuevo acomodada en su pecho, jugaba a recorrer todos los lunares. Crystal, por su parte, jugaba a pintar a ciegas por su espalda. Estuvieron unos cuantos minutos en silencio hasta que Ángela habló:
– Ángel, ¿a qué temes?
Se quedó extrañado, aun así contestó:
– Me da miedo fallarte, no llegar a la altura de las expectativas y esperanzas que tienes puestas en mí. Me da miedo defraudarte, no llegar a ser quien quieres que sea. Me aterra la idea de decepcionarte. Ahora mismo, estoy entre “soy un puto estorbo” ojalá pudiera…
– Enano…
– …Y, por otro lado, que tengo que aprender a creer en mí; si tú ves algo en mí, será que hay algo que de verdad valga algo…
– Todo tú vales, amor.
– Soy incapaz de verlo, lo siento. ¿Por qué te lo preguntabas?
Se separó del torso de Crystal, se tumbó boca arriba a su lado y se quedó mirándolo de frente.
– Nada, estaba pensando en el miedo que tengo ahora…
– ¿Por lo de este capullo?
Crystal la empujó con la mano que tenía aprisionada bajo su mujer y volvió a juntarla a él. Ella sonrió y siguió deslizando sus dedos por su vientre.
– Amor, tranquila. Si es como me has contado, puedo con él.
– Lo sé, pero…
Continuó jugando con su dedo persiguiendo la marca de los abdominales. Se quedó en silencio, tenía parte de su flequillo tapándole el ojo derecho. La besó y le quitó el pelo de la cara.
– Duerme un poco, te vendrá bien.
– No quiero dormir aún.
– Ángel…
– Me da miedo lo que pueda soñar…
El pelo la volvió a tapar la cara.
– Si es eso yo te protegeré. Siempre te protegeré, no lo olvides, Ángel.
Sonrió y subió un poco la cabeza para besarle, quedándose después usando su pectoral junto a sus manos como almohada.
Crystal jugaba con su pelo cuando Ángela comenzó a tiritar. Crystal cogió una manta que había cerca, pero ella la rechazó.
– Ángel, te vas a poner enferma.
– Estoy bien.
La cara de Crystal mostraba algo de preocupación.
– Ángel, ¿qué me ocultas?
– Nada. Bueno, no lo sé, no sé ni en qué pienso, solo que estás en peligro por mí. ¿Sentías lo mismo tú cuando lo de tu hermano?
Sonrió y volvió a besarla.
– Creo que no necesitas pensar más. Yo siempre tendré miedo de que te pueda ocurrir algo. Eres mía, enana.
– Eres idiota. Me estoy helando.
La cogió en brazos como pudo y subieron a la cama.
Personajes de Sálvate de mí:
- CRYSTAL: Protagonista. Marido de Ángela.
- ÁNGELA (ALEXANDRA): Protagonista. Mujer de Crystal.
- ANTONIO: Protagonista. Hermano de Crystal.
- FLOW: Primo de Antonio y Crystal. Pareja de Nico.
- NICO (ALEXANDER): Hermano de Ángela.
- JADE: Protector de Crystal. Narrador.
- KURT: Antiguo líder de la organización. Padre de Will. Marido de Alexia.
- WILL: Hijo de Kurt y Alexia.
- ALEXIA: Mujer de Kurt. Madre de Will.
- ROSANNE: Holograma creado por Kurt con la figura de Alexia.
- ROMAN: Supuesto ayudante de Kurt.
Razón: Radio Rebelde presenta una continuación de su primer libro Sálvame… de mí mismo con otra propuesta que se puso a la venta en noviembre de 2019. En Vuélcate dará a conocer los primeros relatos de Sálvate de mí.
Temática: El peligro se ha acabado, todo está en calma: Crystal y Ángela, por fin, pueden descansar y tomarse esos días libres que tanto querían, pero a veces las batallas más duras no son contra alguien externo, a veces la peor de las guerras, la más sangrienta y agresiva se da dentro de cada uno, dentro de nuestra cabeza, contra alguien que nos conoce más de lo que nos podemos conocer. A veces, el enemigo eres tú y solo hay una cosa clara: él siempre será más fuerte, más listo y sabrá cómo herir. Ahora la pareja cree que todo se ha calmado. Pero ¿Quién nos dice que no puede ser la huida del mar antes del tsunami?
Alumnos: Radio Rebelde.
Curso: 2019-2020.
Profesor responsable: Carolina Pascual Pérez (Dpto. Ciencias Sociales).
