Seguro que has oído eso de “tu móvil tiene más potencia que los ordenadores que llevaron al hombre a la Luna”. Y sí, es verdad: tu smartphone podría ejecutar las operaciones del Apolo XI mientras te haces un café. Pero comparar tu smartphone con la misión Apolo es como comparar un Ferrari en un garaje con toda la Fórmula 1.
La tecnología es solo una pieza del puzle. El Apolo XI fue posible porque miles de personas pudieron dedicarse a tiempo completo a un objetivo común. Y no sólo eso, tuvieron el apoyo social, los recursos necesarios y, crucialmente, las estructuras organizativas que permitieron que toda esa diversidad de talento trabajara de forma efectiva.
Hoy vemos algo similar en proyectos como el desarrollo de coches autónomos, donde no es suficiente tener los mejores sensores: necesitas expertos en ética trabajando con programadores, urbanistas colaborando con ingenieros de tráfico, y psicólogos entendiendo cómo interactuarán los peatones con estos vehículos. O pensemos en la revolución de la impresión 3D en medicina: no es sólo sobre tener las mejores impresoras, sino sobre médicos colaborando con ingenieros de materiales, diseñadores trabajando con pacientes, y sistemas sanitarios adaptándose a nuevas posibilidades. Es crear entornos donde la colaboración sea posible, donde diferentes perspectivas puedan aportar, donde los errores se vean como aprendizaje.
Pero esto es fractal, se ve a gran escala y también a pequeña escala, por ejemplo, cuando estudiantes de ingeniería y diseño se juntan para crear prototipos, cuando futuros psicólogos y programadores colaboran en apps de bienestar mental, cuando diferentes visiones chocan y de ese choque surgen ideas innovadoras.
Así que la próxima vez que alguien compare tu móvil con la NASA, recuérdales: la potencia está en los dispositivos, pero el verdadero potencial sólo se alcanza cuando trabajamos juntos.
Razón: El DIT gestiona toda la investigación científica de la UEMC y asegura que este conocimiento llegue a la sociedad, conectando a investigadores con empresas y divulgando los hallazgos de forma comprensible para todos. El Departamento de Investigación y Transferencia tiene como función principal la puesta en marcha de una actividad investigadora organizada e integrada en la normal actividad de la UEMC, así como asegurar el despliegue de los objetivos del Plan de Investigación y el cumplimiento de las decisiones del Consejo Rector. Además, es la unidad encargada de facilitar y promover la colaboración entre la universidad y su entorno socioeconómico.
Su responsable es Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán quien se encargará de difundir en Vuélcate todas las novedades de DIT, así como aconsejar sobre métodos, estrategias y técnicas de éxito para la transferencia de conocimiento. En este caso, se incide en que DIT coordina el programa de Prototipos orientados a mercado para convertir ideas innovadoras en soluciones reales: dit@uemc.es
Temática: La innovación práctica a través de prototipos exitosos, desde soluciones cotidianas hasta metodologías sociales. Exploramos cómo las ideas iniciales se convierten en soluciones que impactan en la sociedad.
PAS: Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán.
Especialización: Innovación y transferencia del conocimiento. TCUE. Programa de prototipos orientados a mercado.