Rocío Benavente, coordinadora de Maldita Ciencia, licenciada en periodismo y con un máster en periodismo y comunicación de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente, estuvo virtualmente en nuestra clase de periodismo especializado para dar una charla sobre los bulos en la jornada Increíble pero… falso organizada por el Museo de la ciencia de Valladolid. La conferencia se basó en la presentación de aquellos bulos que han ganado tanta fuerza y fama que ya se han quedado de forma permanente en la sociedad como el tardígrado u oso de agua: un ser microscópico capaz de sobrevivir a cualquier situación extrema. Pero los bulos, con el ambiente en contra, tienden a desaparecer.
Y que conste que el tardígrado no tiene nada que ver con ningún tipo de bulo. Vivimos en un mundo con cada vez más medios para acceder a la información y esto provoca que también haya un exceso de información desmedido con lo que buena parte de esos datos pueden ser falsos, utilizándose los bulos o, el término más de moda, las “fake news”.
Pero las nuevas generaciones somos el más fuerte contrincante de los bulos. Habiendo nacido en esta época de sobreinformación, estamos acostumbrados a que nos intenten engañar de las peores formas posibles. Ya sea para vendernos algo, para que votemos a algún partido o, simplemente, por el placer de mentir. Por eso, una de nuestras misiones en la sociedad es evitar que estos engaños atrapen a nuestros mayores, tanto padres como abuelos, detectando aquellos artículos textos, imágenes o vídeos que no dicen la verdad.
Estos bulos se han introducido en varios ámbitos, especialmente en la política, en un tipo de partido que junto a esta masa de información incrementa poco a poco su presencia, los partidos populistas. Sirva de ejemplo cuando Santiago Abascal dijo que en torno al 50% de las violaciones eran realizadas por inmigrantes. Ese mismo día estuve en casa de mis abuelos y pude comprobar su reacción. A causa de estas declaraciones, una parte de la ciudadanía siempre acaba posicionándose en contra de los extranjeros y ha de demostrarse que esos datos no son ciertos. Cualquier joven que tenga acceso a ordenadores o móviles tiene muy difícil ser engañado por estas estrategias, salvo en los casos en los que se produzca una identificación ideológica que impida una actitud crítica ante la mentira, con lo que el engaño está garantizado.
Rocío Benavente se encarga de desmontar bulos como “el desayuno es la comida más importante del día” o “los teléfonos móviles provocan cáncer”. Son fáciles de desmentir, pero a la hora de pasar de boca en boca, se crea el efecto bola de nieve y se hacen muy fuertes. Por eso son necesarias las webs como Maldita Ciencia, que ayudan a desmentir todos esos bulos y “fake news” de una forma más sencilla y permite partir de una base a la hora de convencer a otras personas.
En definitiva, los bulos están destinados a desaparecer tal y como los conocemos. Surgirán otras formas de engañarnos, pero para evitarlas estarán nuestros hijos y nietos.
Razón: Los alumnos realizan un artículo de opinión sobre la charla online organizada por el Museo de la Ciencia de Valladolid: ‘Este bulo es un tardígrado: las mentiras más resistentes de la ciencia y la tecnología’. Se llevó a cabo el 27 de abril en el marco de las Jornadas Increíble… pero falso.
Temática: Erradicar los bulos.
Alumnos: Ángel Magro Verdugo.
Curso: 2020-2021.
Asignatura: Periodismo especializado.