La modificación genética de dos bebés chinas ha hecho saltar las alarmas en el mundo de la medicina. A pesar de que dicho cambio se llevó a cabo para evitar que las niñas naciesen con VIH, hay quienes muestran un rechazo total a dichas prácticas. ¿Por qué? Es sencillo, por miedo.
Todos coincidimos en que la medicina tiene como finalidad principal curar, por lo que no debería escandalizarnos que esta cumpla su labor. Pero con respecto a la genética, entra en batalla la ética. Son muchas las investigaciones científicas que han derivado en fines malévolos, como puede ser el caso de la bomba atómica. Sin embargo, nos encontramos ante una situación diferente, siempre y cuando partamos de una diferenciación entre la modificación por cura, y la modificación por mejora. Imaginemos que tenemos la capacidad, legal y científica, de tener, por un módico precio, un hijo más fuerte y guapo de lo que podría ser sin alterar su ADN. La cirugía es un campo que cada día se cobra más adeptos, y si a esto le sumamos el hecho de que ya se sabe, por ejemplo, cómo cambiar el color de ojos en un feto, podríamos encontrarnos ante una revolución en masa en este ámbito. Además, y siendo aún más imaginativos, la brecha social entre pobres y ricos aumentaría más debido a la imposibilidad de acceso a estas acciones por parte de las personas menos pudientes. Pero volvamos a la realidad.
¿Cuál es la solución para poder evolucionar con la ciencia sin correr grandes riesgos?
Aquí entra en juego la legalidad y la estipulación de casos concretos en los que puedan realizarse estas técnicas, pero, sobre todo, la concienciación social de la ciudadanía de por qué estas prácticas no cruzan la barrera moral.
Lo curioso del caso actual que ha reavivado el debate ha sido, además, la posterior desaparición de dicho científico tras explicar su logro. Muchos medios especularon sobre un posible arresto domiciliario motivado por el campus universitario para el cual trabajaba, una vez visto el rechazo que ocasionó su acto. A pesar de la importancia del caso, no ha cobrado una especial relevancia en el mundo informativo, lo cual da que pensar.
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Razón: La antigua alumna Izaskun Martínez Oliden mantiene un interés especial por la actualidad política y ofrece su opinión al respecto en su sección A golpe de crítica.
Temática: Miedo al mal uso de la modificación genética.
Antiguo alumno: Izaskun Martínez Oliden.
Especialización: Grado en Publicidad y RR.PP y Grado en Periodismo en la UEMC.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).