Era 1990 en algún lugar de Madrid. Corriendo en la oscuridad de la noche solo alumbrado por la luna. No se podía ver si huía de alguien o de sí mismo. De su dolor por traición que le conllevó bailar con la soledad en un bar de carretera. Ahogando su pena y su melancolía en un vaso de cerveza barato. No se sabe qué buscaba, si un coche o un bus.
El ruido en la calle había menguado, el ruido en el bar iba en aumento.
Ya eran las 5 de la mañana cuando encontró su posible transporte, un coche negro con una hermosa mujer al volante. Se subió sin hablar ni una mísera palabra, pero en su rostro se veía el brillo de una lágrima.
Se fueron a gran velocidad dejando en pocos segundos a larga distancia aquel triste bar, ya se pararon los gritos de agonía de la calle aunque se podía ver que aún sus gritos internos seguían dando su discurso. Al ver su cara de preocupación, la dama que conducía frenó el coche dejando una nube de polvo a su paso. Le abrazó en uno de esos abrazos que pareció parar, por unos instantes, el tiempo. En ese momento se derrumbó, no pudo soportar más ese mísero dolor que le aferraba al pasado y que quería olvidar. El llanto emanó de sus ojos como un torrente. La mujer le besó haciendo parar esa lluvia de lágrimas. Él le devolvió el beso con mucha más intensidad y volvió a sonar el motor del coche.
Abriendo las cuatro ventanas de par en par, dejando salir la música a todo volumen, se secó las marcas que las lágrimas habían dejado en su rostro y continuaron la ruta.
El sol comenzaba a despertarse mostrando su brillo en los ojos de los dos. Al ir a coger las gafas de sol, que estaban en la guantera, sus manos se cruzaron. Los dos giraron la cabeza y sonrieron. Por primera vez se pudo ver la alegría en sus rostros, intentando volver a parar el tiempo, dejando el coche a la deriva y al sol aún un poco adormilado. Después de un rato ya apartaron la mirada, cogieron las gafas de sol y continuaron en silencio a donde fuera que fuesen.
Después de seis horas de viaje, con el sol ya en lo alto del cielo, volvieron a mirarse manteniendo una conversación silenciosa. Solo mirándose podían comprender todo lo que tenían que decirse. Era hermoso ver cómo Cupido podía permitir que solo con los ojos se pudieran leer los más oscuros pensamientos. La conversación duró pocos segundos, pero por los gestos de la dama se ve que llegaron a un tipo de acuerdo. Aceleró el coche, dejando salir por el tubo de escape una nube de humo, perdiéndose por el horizonte.
Para una lectura más rápida o involucrarse más en la historia también estoy en mi blog: salvamedemimismo.wordpress.com o en Wattpad: Sálvame…de mi mismo @hija_de_osiris
Razón: Oculta bajo el seudónimo de Radio Rebelde -como en la película de Disney- está una persona ambiciosa y enamorada de una historia que es mucho más de lo que parece al ser leída. Es la única forma que tengo de expresarme luchando contra mi miedo de ser juzgada.
Temática: Historia de ficción, de luchas, amores rotos, otros correspondidos y reflexiones sobre todo pese a ser en contra de lo estándar.
Alumnos: Radio Rebelde.
Curso: 2018-2019.
Profesor responsable: Carolina Pascual Pérez (Dpto. Ciencias Sociales).
