Presión. Esa es una de las palabras más controvertidas y, a la par, presentes en el Periodismo de Investigación, pero ¿hasta qué punto es lícito o ético?
La presión ayuda a desenmascarar un hecho que puede ser de utilidad para la sociedad, por lo que, aunque pueda repercutir negativamente en una persona, el resultado del trabajo de investigación causará un bien superior para la gran mayoría. Por tanto, desde la ética utilitarista, sería perfectamente loable el uso de la presión.
El fin de todo profesional ha de ser buscar el bien. Mediante la utilización de la presión, se puede conseguir un mundo mejor porque, como dijo Gabriel García Márquez, “ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días” y, qué mejor manera de hacerlo que desenmascarando los detalles ocultos de quienes manejan los hilos.
Todo trabajo conlleva ciertos requisitos: uno de ellos sería la presión. Por tanto, ejercerla sería justificable para conseguir un bien común mejor. Y un bien superior justifica el método empleado para su obtención.
Razón: Artículo de opinión en el marco de la asignatura Periodismo de investigación y sobre la presión de las fuentes periodísticas, aprovechando la película El Dilema (1999).
Temática: Justificación de la presión periodística.
Alumnos: Ester Martínez Sanzo. Foto: Ester Martínez Sanzo.
Curso: 2017-2018.
Asignatura: Periodismo de investigación.