En apenas unos minutos en la serie basada en el vídeojuego The last of us nos cuentan – y aterrorizan – sobre cómo la humanidad, tal y como la conocemos, puede extinguirse a causa de la mayor y más pequeña amenaza que podíamos pensar: los hongos. Y dado que el año que viene se estrena la segunda temporada y ya ha salido la continuación del vídeojuego, ¿por qué no hablamos de hongos?
Con nosotros, desde siempre
Nuestros cuerpos son el hogar de muchos microorganismos, células, microbios, bacterias y hongos. Algunos de ellos provocan enfermedades o afecciones tales como el pie de atleta o la candidiasis. Sin embargo, otros son beneficiosos y los necesitamos para nuestra supervivencia como aquellos que pueblan el intestino y ayudan a regular la digestión. Pero no acaba ahí. Investigadores de la Universidad de Cornell realizaron un descubrimiento, cuanto menos curioso, hace un par de años. Los hongos podrían alertar de alguna manera sobre el cáncer. Aunque esto suene sumamente espectacular y esperanzador no está claro si los fúngicos serían amigos o enemigos, es decir, si podrían alertarnos de la enfermedad o empeorarla.
Aunque los propios investigadores tachaban este hallazgo de imposible, poco a poco se ha visto que en un futuro podría ser una línea de investigación prometedora en cuanto a detección de cáncer.
Más mortales que un inglés haciendo balconing
Todos sabemos que hay ciertos hongos que te hacen tener el viaje de tu vida y desentrañar los secretos del universo, pero hay otros que nos pueden provocar la muerte. ¿Son malos malísimos y quieren nuestra extinción? No, no son tan malignos.
El conocido como hongo de la muerte, Amanita phalloides, es uno de los causantes de las muertes por ingesta de setas u hongos. Sin embargo, su toxicidad no es resultado de que le caigamos especialmente mal los seres humanos, sino un simple resultado de su evolución. Y es este aspecto el que más preocupa a los científicos especializados en el tema. Apenas se sabe nada sobre nuestros vecinos y amigos (o no tanto) los hongos.
Debido al cambio climático, los hongos están proliferando en lugares que antes eran impensables por sus condiciones climatológicas. Este aumento de la población fúngica puede traer consecuencias trágicas ya que son una especie heterótrofa, es decir, que se alimenta de otros seres, podría llegar a quitar nutrientes a árboles y flora de multitud de bosques provocando su desaparición. Para terminar, no hay que olvidar que es prácticamente imposible erradicar a un hongo que se ha esparcido por una nueva zona.
Con todo esto, nos queda preguntarnos, ¿The last of us nos estaba alertando?
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Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Para los fans de The last of us, esto no es novedad, los hongos son unos seres fascinantes de los que apenas sabemos nada. ¿Podrían ayudar en la detección del cáncer? ¿Causarán un apocalipsis? ¿O solamente son una consecuencia más del cambio climático?
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).
