Nos encontramos en el año 49 d.C. cuando Agripina se acababa de casar con el emperador Claudio y cuya amante, la rica y bella dama Lollia Paulina, podía suponer un obstáculo a su hijo Lucio Domicio (posteriormente Nerón), que entonces tenía 12 años. Para asegurarse de que su hijo llegase a ser emperador, primero, consiguió que fuese desterrada y, posteriormente, la mandó matar.
Para asegurarse de que sus órdenes habían sido cumplidas, Agripina hizo que le trajesen la cabeza de Lollia Paulina. Tras varios días desde su asesinato, tenía la cara deformada por la descomposición cadavérica, pero para asegurarse, separó los labios de la muerta, buscando reconocer las piezas dentarias que eran muy peculiares como la tonalidad de los dientes, un incisivo roto y una mala oclusión.
Al constatar que se trataba de la cabeza de Lollia Paulina exclamó: “Es ella. Mis órdenes se han cumplido, estoy feliz”.
Sir John Talbot, primer conde de Shrewsbury, fue derrotado y muerto el 17 de julio de 1453 en la Batalla de Castillon, cerca de Burdeos, poniéndose fin al gobierno inglés de Aquitania, una causa principal de la guerra de los Cien Años. Al parecer, su caballo fue fatalmente alcanzado, y Talbot quedó atrapado debajo, lo que aprovechó un soldado francés para rematarle con un hacha.
Su rostro quedó desfigurado y fue reconocido por el cronista francés Mathieu d’Escouci, gracias a la ausencia de una pieza dental.
Carlos el Temerario, Duque de Borgoña, muere en 1477 en la batalla de Nancy, y es posible lograr su identificación tiempo después por la ausencia de varios dientes en la arcada superior, perdidos previamente al caer de un caballo que montaba.
René de Lorena descubre el cadáver de Carlos tras el desastre de Nancy.
Razón: La profesora de Ética, profesión y odontología legal en 5º curso del Grado en Odontología, Elena Fernández Nevares, pone en práctica la sección Un forense en el dentista con el objeto de dar a conocer las posibilidades de identificación a través de la cavidad oral.
Temática: La primera identificación de una persona se lleva a cabo en la historia del Imperio Romano, hace 2000 años, y es una identificación directa, sin comparar. Se recordaba una característica dental que individualizaba la boca y a partir de ella se ponía nombre a esa persona.
Profesor: Prof. Dr. Elena Fernández Nevares.
Especialización: Medicina, odontología y cirugía.