El efecto halo: ¿decisiones conscientes?, en Desde el trasfondo

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Si alguien nos preguntase acerca de la razón de la mayoría de nuestras decisiones, nosotros apelaríamos a un proceso completamente racional en el que buscamos defender nuestros intereses o preferencias. Sin embargo, no solamente los procesos conscientes median en nuestra vida.

Desde decisiones triviales, como nuestro cantante favorito o nuestro sabor de helado favorito, hasta decisiones de un mayor calado, tales como el partido que votamos, se encuentran enormemente interferidos por diferentes sesgos que acaban determinándolas.

¿Qué es el Efecto Halo?
Hay muchos sesgos cognitivos, sería imposible abarcarlos todos de una manera adecuada en un breve artículo como éste. Por ello, vamos a centrarnos en el Efecto Halo, el sesgo por el cual extrapolamos las cualidades positivas o negativas de una situación, persona o elemento concreto, derivando en decisiones sesgadas y generalizaciones basadas en una impresión inicial.

Este proceso cognitivo fue descubierto en el año 1920 por Thorndike, en sus investigaciones con militares estadounidenses. Centrando su descubrimiento en la manera en que los superiores evaluaban a sus subordinados en base a una característica o actuación concreta y generalizando, posteriormente, estos resultados.

Pese a que puede parecer un elemento minoritario, acaba estando presente en todos los ámbitos de nuestra vida, pudiendo llegar a condicionar el futuro de una persona o un país si nos centramos en el aspecto político. A continuación, algunos ejemplos de momentos en los que puede aparecer dicho efecto:

  • Político: generación de opiniones generales sobre un político o ideología en base a un discurso o acción concreta.
  • Relaciones interpersonales: atribuir características positivas a una persona por una acción realizada.
  • Marketing: dotar de gran reconocimiento a un producto y sus derivados simplemente con una buena experiencia.
  • Educación: generar expectativas de un alumno por su desempeño en una prueba concreta.

¿Entonces?
Como todo en nuestra realidad, esto tiene consecuencias, tanto positivas como negativas. Si bien hemos destacado quizá una visión más negativa (juicios injustos, decisiones incompletas…), también tienen otras consecuencias positivas, entre las que destacan el ahorro cognitivo que suponen y la rapidez que permite a la hora de tomar decisiones.

Cabe evidenciar que es un proceso automático e involuntario que nos afecta a todos, siendo difícil de controlar, aunque se puede prevenir realizando las decisiones de manera objetiva y concienzuda, algo que nos separaría de la emocionalidad propia de los humanos. Sin embargo, conocernos a nosotros mismos, aunque esto no vaya a implicar necesariamente un cambio, es fortuna.

Razón: La alumna de 3º del Grado en Psicología, Claudia Roldán García, colabora con el blog Vuélcate en su sección bimensual Desde el trasfondo para abordar cuestiones de actualidad relacionadas con su especialidad, desde la opinión y el análisis.
Temática: Siempre nos consideramos dueños de nuestras decisiones, ignorando todos los procesos que subyacen. Efecto halo en las decisiones.
Alumnos: Claudia Roldán García.
Curso: 2024-2025. 4º Grado en Psicología presencial.

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