A principios del siglo XX comenzamos a hablar de electrones y del mundo atómico, años más tarde se creaba el proyecto Manhattan que derivó en la creación de la bomba atómica. No deja de sorprenderme la capacidad humana para autodestruirse, pero lo más llamativo es que en este siglo XXI y estos últimos años estamos creando nuestras propias bombas atómicas en casa, en nuestra mente. ¿Qué pasará cuando esas estallen?
No es un misterio para nadie – excepto para algunas cadenas de televisión que al parecer se dan cuenta ahora de que no hablar de algo no implica que ese algo no exista – que la salud mental está en la cuerda floja. Podemos achacarlo a la pandemia o ser realistas. El periodo de confinamiento que trajo la pandemia y sus repercusiones han hecho que la salud mental esté en el punto de mira; lo cual no quiere decir que antes no hubiese problemas, solamente que ahora sí queremos hablar de ellos. Iba siendo hora.
La depresión y la ansiedad son el pan de cada día que acompañan a una exasperante realidad que asfixia a la juventud. Ambos son considerados los dos principales desórdenes psicológicos entre jóvenes universitarios. La depresión es una constante en la vida de la mayoría de las personas que conozco y que rondan mi edad, entre 25-35 años, y hay quienes son capaces de lidiar con ella y otros simplemente sobreviven como pueden. En una realidad en la que ir al psicólogo es prácticamente un lujo, tenemos que adquirir herramientas que nos permitan manejar el estrés y la ansiedad que sufrimos a diario. Aunque lo ideal sería que el psicólogo formase parte de la seguridad social, pero (hasta que no sea presidenta) no creo que ocurra; vamos a ver qué se puede solucionar ahora para no convertirnos en una bomba atómica para nosotros mismos.
Enrico Fermi, uno de los grandes científicos de inicios del siglo XX, perfeccionó el reactor nuclear que se convertiría más adelante en la bomba atómica. Sin embargo, en un inicio, Fermi pensaba que la energía producida por una reacción en cadena controlada con el uranio como materia premia podía ser una gran fuente de energía. Más adelante se descubriría que de la desintegración del neptunio se obtenía plutonio, el cual tenía las propiedades óptimas para crear una bomba nuclear.
Si pensamos en nuestra mente como en un reactor nuclear, podemos decir que con una reacción controlada podemos producir una gran cantidad de energía. Es decir, con la motivación adecuada tenemos la capacidad de producir un trabajo increíble. Podemos coger esta idea para lidiar con nuestra propia combustión interna. Sin embargo, cuando la presión es demasiada creamos nuestra propia bomba atómica.
Durante el desarrollo de la bomba atómica se experimentó con plutonio y uranio. En este periodo se observó que el plutonio poseía una tasa más alta de fisión espontánea. Con la fórmula adecuada se puede obtener una reacción en cadena autosostenida, sin embargo, si nos pasamos crearemos una explosión.
Por nuestra propia salud, debemos ser capaces de controlar esa reacción, por ello herramientas como meditar, escribir un diario y hacer ejercicio nos ayudan a mantener nuestra mente en ese delicado equilibrio entre aprovechar su máximo potencial y no estallar y arrasar una ciudad entera. Para ello pensad en vuestra mente como en un reactor del que queremos extraer energía, la meditación nos puede ayudar a mantener la reacción en cadena controlada.
La salud mental es un tema delicado que se debe tratar por profesionales. Pero, cada uno podemos elegir trabajar con nuestra mente en lugar de contra ella y una de las mejores herramientas es la meditación. Sólo necesitamos cinco o diez minutos, un lugar tranquilo y alguien que nos guíe. Hay miles de opciones actualmente desde aplicaciones hasta programas de plataformas web (Headspace en Netflix). La meditación tiene una curva de aprendizaje muy leve, por lo que practicarla un par de veces es suficiente para comprender su funcionamiento. Cuanto más se practique más beneficios nos aportará, entre ellos una mejora de nuestras capacidades o mayor tolerancia a la frustración.
Con este pequeño inciso sobre la salud mental damos la bienvenida de nuevo a esta sección donde exploraremos durante este año más sobre la ciencia que hay tras la meditación, sus beneficios y, por supuesto, todos aquellos charlatanes que pretenden aprovecharse de la salud para sacar dinero a nuestra costa.
Twitter: @Mariaesp19
Instagram: mariaespinosa.19
Blog: Espantapájaros
Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Nos centramos en la importancia de la salud mental y la comparamos con la fisión nuclear que puede provocar una bomba atómica, pero también generar energía.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).