Cerebros religiosamente humanos, en Un dragón en el garaje…

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Todos los educados en colegios católicos sabemos qué es el éxtasis de santa Teresa, ya sea el cuadro o la referencia literaria, la mayoría seguramente sabe a qué me estoy refiriendo. Desde siempre me ha llamado la atención este fenómeno. Y es que la autora y santa escribió sobre sus visiones y éxtasis, los cuales comenzó a tener tras un ataque nervioso que la dejó paralizada durante varios años. ¿Casualidad? ¿Ciencia? Vamos a descubrir cómo afecta la religiosidad a nuestro cerebro.

El impacto de las creencias en nuestro cerebro

Diferentes estudios han comprobado las alteraciones que tienen los símbolos religiosos en nuestro cerebro, uno de los más recientes llevado a cabo por el neurocientífico Andrew Newberg demostró que muchos símbolos religiosos provocaban estímulos sobre las áreas primarias visuales del cerebro que en teoría funcionan antes de la conexión del objeto con nuestro concepto de él. Lo que quiere decir que tienen un impacto a nivel muy básico sobre nosotros, a nivel primario.

Siguiendo las explicaciones científicas podemos recurrir a la más sencilla sobre las experiencias místicas o éxtasis y son los ataques de epilepsia. Al igual que he comenzado diciendo que, casualmente, Santa Teresa comenzó con sus visiones tras “un ataque de nervios” no es ilógico pensar que en aquel siglo (XVI) llamaran de esta manera a los ataques epilépticos de mayor o menor gravedad. Sin embargo, no se ha podido nunca observar los cambios fisiológicos dentro del cerebro cuando suceden estas supuestas visiones místicas, ya que llegan de manera imprevista a aquellos que las afirman padecer. De la misma manera, tampoco hay muchos casos de personas no creyentes que hayan tenido una experiencia así.

Calmar la mente para pensar con claridad

En esta columna ya hemos hablado de los beneficios de la meditación sobre nuestro cerebro y las conexiones cerebrales, así que solamente me detendré a mencionar que Newberg también detectó estos cambios en sus experimentos. El científico sometió a miembros de distintas religiones a resonancias magnéticas cuando realizaban diferentes prácticas religiosas, todas ellas relacionadas con la concentración y la meditación.

Ante sus descubrimientos, Newberg se mostró cauteloso y no se lanzó a afirmar la programación de nuestro cerebro para tener experiencias religiosas, sino que apuntó la preparación que tienen las conexiones del cerebro para admitir este tipo de experiencias. Es decir, mediante ritos que incluyen la meditación (budista) o el recitar de salmos se pueden alcanzar estados que favorecen la memoria y en general las conexiones cerebrales. Podemos concluir que estos procedimientos sí tienen un efecto real y fisiológico en nuestro cerebro. Es más, este efecto se lleva produciendo durante miles de años.

Desde deidades de la naturaleza a motivos de odio

Creyentes o no todos conocemos la importancia que han tenido las religiones en la sociedad, bien sea para ponernos en contra o para unirnos, para cumplir un papel tranquilizador o para dar explicaciones a fenómenos que no comprendemos. Pero, ahora también, gracias al avance de la ciencia podemos ser partícipes de cómo funciona el cerebro ante los estímulos religiosos. Y es que las religiones, evidentemente, no son nada nuevo. Desde el paleolítico se han detectado altares y cultos a deidades de diferente índole, la mayoría relacionadas con la naturaleza y sus frutos. En todas las culturas del mundo hay algo parecido a uno o varios dioses. La religión nos ha hecho humanos y, sin embargo, la hemos utilizado incansablemente para cometer los actos más inhumanos posibles. Tal vez es hora de quedarnos con la parte favorable que tiene un efecto probado y positivo en lugar de utilizarla como excusa para odiarnos.

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Blog: Espantapájaros

Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Los éxtasis místicos, las visiones religiosas y el efecto sobre nuestro cerebro de los símbolos de diversas religiones. Exploramos cómo afecta al cerebro la religión.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).

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