¿Eres pseudocultura o estás preparado?

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Últimamente nos preguntamos cada vez más si estamos condicionados por el marketing, si es que el móvil que tenemos, la música que escuchamos, la ropa que nos ponemos, la opinión que aportamos en una conversación o incluso lo que comemos, es lo que decidimos elegir o lo que está grabado en nuestro subconsciente. Una idea que, sin nuestro permiso, una élite interesada ha dejado ahí para que surja de nuestro interior de forma natural y en el momento preciso. No es nueva, ni mucho menos, la idea de que no somos seres libres. Desde que nacemos, nuestras decisiones están influenciadas por muchos estímulos que nos rodean. Sin embargo, creo que los medios de comunicación actuales han sufrido una evolución sin parangón y hoy nos enfrentamos a la mayor oleada de estímulos que intentan modificar nuestras decisiones.

En su libro «La Rebelión de las Masas», Ortega y Gasset se hacía eco de cómo la masa había ocupado la posición privilegiada y reservada hasta entonces a la minoría, anunciando la problemática de la revolución de las masas en la sociedad. Cuestión que, a mi forma de ver, se ve acrecentada con cada avance de la comunicación hacia un mundo más global. Mundo en el que todos sabemos lo que está bien visto o no y lo que interesa en la masa que nos rodea. Un buen ejemplo es el lanzamiento del nuevo I-Phone, al que deberemos acudir desesperados para no parecer unos parias sociales y correr el riesgo de dejar de pertenecer a esa masa. Se genera un movimiento social que cada vez parece atrapar a más gente en el confort de verse en un espejo con el de enfrente. Me gustaría que todos hiciéramos una reflexión del porqué de lo aceptado socialmente. ¿Por qué I-Phone? ¿Por qué una bandera española es sinónimo de fascismo?

Quizás estemos ante la era donde mayores referencias podemos encontrar a las teorías formuladas por los autores de la escuela de Frankfurt, como Horkheimer y Adorno. Estos dos autores defendían que la cultura de masas no era un movimiento que surgía de forma esporádica, sino que había una elite que lo fomentaba, que se lucraba de esta masa y la moldeaba según sus intereses. ¿Acaso a día de hoy no tenemos innumerables ejemplos en nuestra sociedad? ¿Estaríamos equivocados si comparásemos esta teoría con el adoctrinamiento que se realiza en la televisión catalana o en las escuelas de esa misma Comunidad en favor del proceso independentista que una élite parece querer imponer con todo tipo de propaganda? Aprovechando la actualidad de este tema, no puedo evitar ver la relación que existe entre la élite que fomenta el movimiento independentista y la masa catalana que absorbe sin filtro ninguno todo lo que promueve esa aristocracia. Un claro ejemplo de industria cultural con una motivación claramente política y un trasfondo económico. Como tampoco puedo evitar ver, en este proceso independentista, un ejemplo de pseudocultura en el carácter tabú que asumen las actitudes correctas de políticos y personas de a pie frente a los intereses políticos y económicos que promueven este movimiento y que hacen que todo lo que no comulgue con sus propuestas parezca malo.

Desde luego y citando a Umberto Eco, no podemos caer en el rechazo de las nuevas formas de comunicación, fijándonos solamente en sus aspectos negativos. Deberíamos evaluar la sinergia de los nuevos mass media con los antiguos y aprovecharnos de ambos. Pero lo que sí deberíamos hacer, casi con obligación, es centrarnos en adquirir una capacidad de libre pensamiento porque nos hará estar preparados ante los estímulos que nos rodean. Así podremos fabricar nuestro propio filtro y evitaremos participar en algunos fines con los que en realidad no estamos de acuerdo por el mero hecho de no vernos diferentes al resto, la masa. De igual manera que no se pueden poner puertas al campo, no podemos esperar que una fuerza mayor y bondadosa, que vele por nosotros sin mayor interés que el de protegernos de lo que no queremos que nos influya, ponga puertas a un campo mucho más complejo y aun si cabe extenso que el propio campo. Sólo podemos centrarnos en educarnos absorbiendo y sobre todo entendiendo el mayor número de fuentes posibles y, una vez alcanzada esta posición, elegir.

Razón: El objetivo del trabajo es realizar un artículo de opinión sobre la industria cultural en la sociedad actual, tomando en consideración aportaciones de algunos de los autores vistos en la asignatura Teoría de la Comunicación y la Información. En el texto se tratan temas tan actuales como la manipulación en los medios y las modas que la masa social sigue para no sentirse al margen. Desde este planteamiento, se mencionan algunas referencias a autores y corrientes que han estudiado este tema, así como a teorías formuladas para entenderlo con mayor profundidad. El autor del trabajo se posiciona en favor de aprovechar los cambios surgidos y fortalecer el libre pensamiento propio para saber coger lo que nos interesa de lo que nos rodea.
Temática: Autonomía para elegir aprovechando los cambios y fortaleciendo el libre pensamiento.
Alumnos: Francisco Ángel Paino Blanco. Autor foto: Francisco Ángel Paino Blanco.
Curso: 2017-2018.
Asignatura: Teoría de la Comunicación y la Información.

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