Desde hace diez años, cada vez más gente es esclava de las nuevas tecnologías, sobre todo los adolescentes. A pesar de que nos aporten grandes beneficios como permitir cualquier búsqueda de información desde cualquier lugar o facilitar la comunicación con otras personas, también pueden provocar adicción.
Los móviles y tabletas forman parte de la vida de la inmensa mayoría de hogares y resultan imprescindibles para la mayoría de nosotros. Se trata de productos muy fáciles de utilizar y pueden resultar muy prácticos. Sin embargo, cada vez más niños tienen acceso desde muy temprana edad a ellos y muchos padres no son conscientes de los peligros que les atañen.
Estos peligros son el acceso a páginas, aplicaciones o contenido multimedia inapropiados para menores, además de la adicción a juegos gratuitos fáciles de obtener y que están diseñados para empujar al usuario a gastar dinero en contenidos para estos juegos. Ya se conocen multitud de casos de niños que llegan a gastar miles de euros de sus padres.
Otro problema se encuentra en el acoso que pueden sufrir, sobre todo los adolescentes, a través de las redes sociales. Este tipo de acoso es difícil de detectar ya que se utilizan dispositivos a los que sólo un usuario tiene acceso, por lo que se deberían implantar medidas de control y hacer más campañas de concienciación.
En conclusión, debería existir un mayor control sobre el uso que hacen los más jóvenes de las nuevas tecnologías por parte de sus padres, además de esperar más para concederles acceso a estos dispositivos.
Razón: Artículo de opinión en el marco de la asignatura Técnicas de comunicación eficaz.
Temática: Peligros de un mal uso de las nuevas tecnologías por parte de los más jóvenes.
Alumnos: Miguel Valle de Benito. Foto: Jorge Marcos Rodríguez.
Curso: 2017-2018.
Asignatura: Técnicas de comunicación eficaz.