Golpes del más allá y unas hermanas muy listas ¿espiritismo o fraude? Un dragón en el garaje…

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Todos sabemos que las ouijas, los fantasmas y las sesiones de espiritismo son cosa de Hollywood o de niños. ¿Verdad? Creo que a estas alturas de nuestra existencia como humanidad podemos dejar atrás supersticiones de fantasmas, brujas y voces del más allá que se comunican con nosotros. Pero, ¿cómo se originó?

Siempre han existido creencias, a veces provenientes de unas u otras religiones y otras veces de las leyendas populares sobre fantasmas y apariciones. Elemental, querido Watson. ¿Quién no va a querer comunicarse con un ser querido que ha fallecido? ¿A quién no le gustaría que hubiese un más allá, un mundo igual que el nuestro pero fantasmagórico desde donde poder seguir viviendo?

Es lógico pensar que como humanos y finitos que somos nos inventemos cuentos y leyendas que nos brinden esa esperanza de seguir viviendo tras la muerte. Sin embargo, la realidad es diferente. Los fantasmas no existen y las comunicaciones con el más allá las patentaron unas niñas con mucho ingenio y una hermana mayor con mucha visión para los timos.

Mamá, hay fantasmas en casa

En 1848 tras una serie de turbulencias familiares, los Fox se instalaron en el pueblecito de Hydesville, California. Una noche, escucharon un ruido extraño y constante. A la noche siguiente, a la madre de la familia se le ocurrió pensar que era una casa encantada, así que decidió preguntar al… ¿aire? ¿fantasma? No sé. Ella preguntó por las edades de sus hijos y los ruidos las marcaron con exactitud. A continuación preguntó si se trataba de un fantasma: Si eres un fantasma, da dos golpes. Adivinad qué oyó. Sí, dos golpes. ¡Enhorabuena! ¡Ya ha nacido, se llama espiritismo!

La familia se mudó de casa pero parece ser que los espíritus los acompañaron. Se corrió la voz y al cabo de unos días comenzaron a venir los vecinos a hacer sesiones de espiritismo. El hermano mayor de la familia ideó un método para hablar con los fantasmas: cogió las letras del abecedario y el fantasma daba un golpe cuando llegaba a la que quería. Vamos, la ouija que conocemos hoy en día. La cuestión no acaba ahí, resulta que los fantasmas querían que este mensaje se difundiese por el mundo, y dijeron a la familia que se trataba del amanecer de una nueva era.

Nueva mudanza de la familia y con ella un cambio. Hasta ahora no habían cobrado por sus sesiones con el más allá, pero la hermana mayor pensó que ya que los espíritus habían perturbado tanto su vida estaba bien ganarse así el pan. Y… ¡Oh sorpresa! Los espíritus estaban de acuerdo. Así que montaron una demostración en un teatro, las entradas se agotaron. La expectación y la publicidad en la prensa fueron inmensas. Tres comités examinaron a las hermanas que se comunicaban con los espíritus y los tres concluyeron que no había fraude. En uno de ellos se examinaron las pertenencias de las muchachas para comprobar que no llevaban nada encima que pudiera hacer esos ruidos de los fantasmas.

La mecha del espiritismo prendió con fuerza en una sociedad que suplicaba por reencontrarse con maridos, esposas e hijos muertos. Para la mitad de la década de 1850 ya había unos 40.000 mediums en el país.

Continuará…

Si después de esto no hay nada que te huela raro, léetelo otra vez. Pero vamos a ver cómo termina la historia de las hermanas Fox.

La mayor de ellas y quien se encargó de dar publicidad al fenómeno al principio murió enemistada con sus dos hermanas pequeñas. Estas a su vez, antes de morir, admitieron que el espiritismo era un fraude.

¿Queréis saber cómo lo hicieron? No os perdáis el próximo artículo y os desvelaré la realidad de una de las mayores patrañas de la historia. Una tan grande que hasta el propio Arthur Conan Doyle fue fan acérrimo. De hecho, trató de comunicarse con la fallecida madre de su amigo Houdini y… digamos que ahí terminó su amistad.

Twitter: @Mariaesp19
Instagram: mariaespinosa.19
Blog: Espantapájaros

Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: Hacemos un repaso al origen del espiritismo. Ese fraude que acarreó tanta fama en el siglo XIX y al que incluso se sumaron famosos escritores como Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes. Todo comenzó con unos golpes en una casa.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).

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