Y, por fin, llegó el fútbol

El vocablo apareció en la lengua castellana a partir de 1922 y motivado por la intervención de Gabriel Maura Gamazo, quien fuera miembro de la Real Academia de la Historia y de la Lengua además de segundo presidente de la Federación Española de Fútbol, cuyos orígenes provienen del pueblo vallisoletano de Boecillo

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No es el objeto de estas líneas indagar en el origen del fútbol reglamentado que desde tierras inglesas ha cumplido en el pasado mes de octubre 154 años de vida con unas normas generadas por “The Football Association” en la Freemason Tavern que se han perpetuado a lo largo de los tiempos con unas miras iniciales: separarse del rugby, el deporte que se juega con las manos. Tampoco su arribada desde Gran Bretaña a España, tema ya afrontado en otras ocasiones y en el que desde comerciantes textiles, mineros y hasta curas y seminaristas tuvieron un papel muy importante en su implantación en los territorios españoles y en el gen de los primeros equipos.

Menos aún lo es el más inmediato retorno del fútbol o de la Liga española tras las vacaciones porque realmente el descanso futbolístico es efímero entre pretemporadas, giras, amistosos, campeonatos de menores, mundiales, trifulcas, fichajes y amaños. El fútbol no para.

Como diría aquel personaje genial, el gallego Pazos, en la película de Juanma Bajo Ulloa ‘Airbag’, entre trago y trago y arrastrando las ‘pes’: «el concepto es el concepto». Esto es lo que nos interesa o al menos la palabra. Vamos a ella.

Muchísimo antes de que ésta se definiera de manera tautológica por el entrenador del Zaragoza Vujadin Voskov como «fútbol e fútbol e gol e gol (“fútbol es fútbol y gol es gol”), el lenguaje español (o castellano) tuvo que asumir dicha grafía por la Real Academia Española de la Lengua. En los albores, los periódicos hablaban de la voz inglesa ‘foot-ball’ escrita con un guion, o la alternativa propuesta por el profesor y periodista aragonés Mariano de Cavia en 1908 aludiendo a “balompié” que generó adeptos incluso en la denominación de algunos de los equipos actuales como el Betis o el Albacete.

Al lado del vocablo ‘foot-ball’, y como era natural dado su origen, aparecieron otros como ‘goal’, ‘back’, ‘club’, ‘shoot’, ‘dribling’, ‘corner’, ‘equipier’, penalty, ‘refree’, ‘goal-keeper’, ‘off-side’, etc…, que pasaron a engrosar el léxico tanto de la población como sobre todo de la prensa que, a través de sus crónicas escritas, fue el verdadero aliado en la difusión de masas. Lo mismo aconteció en cuanto a la denominación de los clubes y sociedades en torno a las cuales se reunían un buen número de jugadores. Así surgieron nombres como Sport Club, Sporting Club, Racing Club, Athletic Club, Recreation Club o Foot-ball Club que iban acompañados con el de la localidad que representaban.

Según cita Alfredo Relaño, el 3 de marzo de 1916 la Federación Centro trasladó una propuesta del entonces presidente del Real Madrid, Pedro Parages, a la Real Academia Española de la Lengua para que consintiera en españolizar algunas de estas palabras del lenguaje futbolístico, entre ellas: el ‘foot-ball’.

La institución académica se tomó el asunto con calma y no fue hasta 1922 cuando ante la petición de Gabriel Maura Gamazo (su fecha de ingreso y su discurso en la RAE datan del 18 de enero de 1920) se aceptó la palabra fútbol, en principio sin tilde, luego con ella, aunque su uso no se generalizó de forma completa hasta los años cuarenta.

Pues bien, Gabriel Maura Gamazo tiene una historia muy cercana a estas tierras vallisoletanas. Conde de la Mortera y I Duque de Maura, político, historiador, fue miembro de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de la Lengua y además segundo presidente de la Federación Española de fútbol (foot-ball) durante los años 1916 a 1920, tras Francisco García Molina, y 1923-24. Madrileño e hijo de Antonio Maura, presidente en varias ocasiones del Consejo de Ministros de España con Alfonso XIII y hermano de Miguel Maura, todos ellos forman parte de una saga de abogados, políticos, ministros, escritores con participación muy activa en los gobiernos de la época. Su madre, Constanza Gamazo, era nacida en Boecillo (Valladolid). A su vez Constanza, que tuvo once hijos, era hermana de Germán Gamazo, el hijo de Timoteo, –maestro, secretario, alcalde de Boecillo y luego notario y administrador del patrimonio real–. Germán fue uno de los políticos más importantes de la época de la Restauración y padre del primer Conde de Gamazo, Juan Antonio. Desde Boecillo, los Gamazo también estuvieron en estas… y en el origen de la palabra fútbol en español.

Como decíamos, pese a que la Federación Española aceptó el término fútbol durante el estreno de la II República en 1931, fue el decreto de general Moscardó, de 20 de diciembre de 1940, el que puso quizás fin a aquella Torre de Babel en la que convivían términos anglosajones y castellanos sin un criterio claro , pero con una convivencia envidiable. El general conminaba a todos los clubes implicados a cambiar su denominación y a adoptar términos españoles en lugar de los originarios británicos. Nacía por fin nuestro más castizo fútbol.

Vale.

Razón: Santiago Hidalgo Chacel publica periódicamente en el diario El Norte de Castilla un artículo de opinión de temática deportiva. Algunos de esos artículos junto con otros inéditos serán publicados mensualmente en Vuélcate, en su columna Sin perder el norte.
Temática: El término fútbol en lengua castellana apareció en 1922 motivado por Gabriel Maura Gamazo, con antecedentes vallisoletanos, aunque hasta 1940 no se instituyó de manera estable.
PAS: Santiago Hidalgo Chacel. Gerente de la Fundación UEMC.
Especialización: Periodismo deportivo.

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