En el anterior artículo mencionamos la importancia de consumir un buen café, café de calidad, que no fuera torrefacto: “si no te comerías unas lentejas quemadas, ¿por qué consumes un café torrefacto?” Con esta idea nos invitaba a la reflexión Alejandra Osorio – propietaria de Café Buenavista-. En esta ocasión vamos a revisar las evidencias científicas que hay acerca del consumo de café, especialmente los efectos que tiene sobre nuestra salud cardiaca. ¿El café nos protege el corazón, además del alma?
En primer lugar, veamos si hay evidencias sobre el consumo de café en relación con el padecimiento de enfermedades. Algo que se ha arrastrado durante años, siendo una de estas canciones que escuchamos de forma recurrente. Las evidencias no son pocas y uno de estos estudios fue el realizado por los doctores y médicos: Esther Lopez-Garcia, Rob M. van Dam, Tricia Y. Li, Fernando Rodriguez-Artalejo, y Frank B. Hu. En él se buscaba ver la relación entre las muertes por enfermedades cardiovasculares y la aparición de cáncer según el consumo de café. En este estudio participaron unos cuarenta mil hombres y más de ochenta mil mujeres a lo largo de varios años en los cuales se hicieron revisiones periódicas de su consumo de café y de, en su caso, de las causas de su muerte. Su conclusión fue que el consumo de café no está asociado al aumento de enfermedades cardiovasculares ni de la aparición de cáncer.
Para hablar de los beneficios del café para nuestra salud, especialmente la cardiaca, preguntamos a Alejandro Gutiérrez Fernández, cardiólogo especializado en rehabilitación cardiaca.
¿Existen evidencias sobre el beneficio del café para nuestra salud cardiovascular?
“La evidencia sobre el consumo del café en cuanto a salud cardiovascular es dispar, se ha visto una probable disminución del riesgo de insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular (arritmia). Aunque los datos en cuanto a la cardiopatía isquémica (infarto de miocardio) no son claros, y no se sabe el efecto real del café en esta patología”.
Aunque pueda ser o no beneficioso, cada persona tiene un consumo diferente de café al día, pero, ¿hay una cantidad específica que sea saludable?
“Parece ser que el consumo moderado de café (2-4 tazas de café al día) puede disminuir el riesgo de insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular (infarto de miocardio); aunque, se desconoce si hay una cantidad perjudicial para la cardiopatía isquémica.”
Por otra parte, consumir café de manera exagerada – al igual que todo en la vida – no es recomendable. “El consumo excesivo sí puede tener efectos perjudiciales, la cafeína nos puede provocar ansiedad, palpitaciones, molestias gastrointestinales… Se teoriza acerca del efecto en U que tiene el consumo de cafeína. Al igual que un consumo moderado podría ser beneficioso, – reduciendo el riesgo de ciertas patologías cardíacas – el exceso podría llegar a ser perjudicial.”
El consumo de café se asocia inevitablemente a la cafeína, que es beneficiosa; sin embargo, no es el factor clave para proteger nuestro corazón: “No es necesariamente la cafeína lo que nos aporta el beneficio saludable. En una revisión de múltiples estudios realizada en el 2024 se mencionan varios compuestos del café beneficiosos para la salud, entre ellos la cafeína, que es antioxidante y antiinflamatoria. Aunque el café tiene otras sustancias como los polifenoles, flavonoides y alcaloides a las que se les asocian efectos cardioprotectores”.
¿Hay algún café que sea mejor o más recomendable consumir?: “Los cafés torrefactos y los instantáneos pueden tener niveles variables de acrilamida, que es una sustancia tóxica y carcinogénica. Esta sustancia (la acrilamida) aparece en todos aquellos productos que han sido sometidos a altas temperaturas. Por lo que es recomendable evitarlos y sustituirlos por café de tueste natural”.
Para poder llevar una vida saludable, nos deja el doctor Gutiérrez unas recomendaciones que, en su día a día, da a sus pacientes: En primer lugar, realizar ejercicio físico de manera rutinaria incluyendo entrenamiento aeróbico y de fuerza, junto a la dieta mediterránea, son las claves para enlentecer el envejecimiento, prevenir las enfermedades y en definitiva vivir más y mejor. A la hora de elegir una buena alimentación es fundamental leer muy bien las etiquetas de los productos envasados para evitar los productos ultraprocesados y, si no queremos fallar, procurar consumir comida de verdad, aquella que compramos y sabemos lo que es: un pollo entero, un saco de patatas, un manojo de puerros… Por supuesto, no fumar y, en cuanto al alcohol, se debería evitar lo máximo posible y no recomendar la famosa copa de vino al día. Como cardiólogo, no le recomiendo ni le quito el café a nadie, cada uno sabe su tolerancia y la cantidad que le sienta bien. Y lo más importante de todo, ser consciente y adherente a un estilo de vida cardiosaludable a lo largo de la vida”.
Evidentemente, si no llevamos una vida sana, el café no va a salvarnos:
“Si bebes café y lo acompañas de un cigarro, olvídate de obtener el posible efecto beneficioso que pudiera atribuirse al café”.
La ciencia avala a los cafeteros, el consumo moderado de café puede tener beneficios para nuestra salud cardiaca. Además, de cuidarnos el alma con ese café (de calidad) con amigos, también estamos protegiendo nuestro corazón.
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Razón: La ex alumna de la UEMC María Espinosa escribe una columna sobre ciencia y divulgación llamada Un dragón en el garaje, haciendo alusión a la metáfora más famosa de Carl Sagan. En la columna se tratan temas científicos y divulgativos de una forma sencilla y amena.
Temática: El efecto del café sobre nuestro organismo, especialmente en cuanto a las evidencias de su consumo para la salud cardiovascular.
Antiguo alumno: María Espinosa Lorenzo.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Trabajo Fin de Grado: Periodismo científico y homeopatía en la prensa digital generalista española. Especializada en Ciencia y divulgación.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).
