Eran las tres de la mañana cuando él se levantó. Tenía los ojos inmersos en lágrimas. Se quedó sentado al borde de la cama, las manos sujetándole la cabeza. No tardó mucho en hacer que ella se levantara.
– ¿Qué te ocurre?
– Nada
– ¿No me lo vas a contar?
– No
– Vale, respóndeme a esto que me ha venido a la cabeza esta noche, ¿cuál es tu sueño más anhelado?
Con una sonrisa picarona
– Besarte
Toda ruborizada
– Oh venga, eso es de un libro, dime la verdad.
– Acabar con esos cabrones.
– En serio, Crystal sé cuándo me mientes. Tus ojos te delatan, dímelo.
– Vale. Desearía huir, coger un caballo e irme, escapar, lo más lejos posible.
– ¿Y no me llevarías?
– Sabes que te amo y sé que no te lo digo muy a menudo. Es por la misma razón por la que no te llevaría conmigo. Cada vez que digo un «te quiero» te entrego parte de mi ren. Un trozo que se puede romper. Si te pasara algo por escapar conmigo me volvería a romper en mil pedazos. Me tendrían que llamar Cristal roto. Se levantó la camisa. En el costado tenía una pluma tatuada. Y siguió…
– Ángela, te quiero, acuérdate de que esta pluma me la hice por ti.
Le quitó la camisa, en la espalda tenía la misma pluma.
– Y tú por mí, estamos unidos. Siempre seré tuyo.
– Vale (con los ojos al borde del llanto). Te entiendo, pero estamos juntos para todo, nunca permitiré que te vayas sin mí. ¿Cuál sería tu segundo sueño?
– ¿Y si no te lo digo, qué harás?
Se abalanzó sobre él. Acabó tumbado mientras ella le agarraba de los brazos y se sentaba encima.
– Dímelo
– Uy que la gata saca las garras.
Y la besó.
– Desearía entrar en coma. Podría detener mi tiempo. Sería hermoso, un equilibrio inestable entre la dulce mentira de la vida y la dolorosa verdad de la muerte…
– ¿Y todas las personas a las que les importas qué?
– Por dios, Ángela ¿A quién le importaría yo?, solo te tengo a ti. Todos los demás que me tienen en mente desearían verme muerto. A veces, desearía darles esa alegría, dejarles ganar la guerra. No sé si me recibiría Osiris, Hades, Plutón, Dios o el mismísimo Lucifer. No sé si hay algo después de la muerte…
Tras un silencio y una sonrisa de don Juan:
– Lo único que sé es que te quiero.
Le pasó la mano por el cuello y la besó.
– El coma sería muy bello. Ver cómo se desesperan mis enemigos mientras estoy en un sueño a las puertas de la muerte…
La besó.
– Calla, cómo puedes decir eso. Crystal, te prohíbo volver a hablar de este tema. Eres todo para mí, no sabría vivir sin ti.
– Angela, acuérdate de la primera vez que me rompí. Ahí casi caigo en ese último baile, gracias a ti no me hundí ni me hundo en ese sueño. Y ahora cierra la cortina que tanto hablar de esto quiero…
Y le susurró una cosa al oído. Cerraron la cortina, mientras él se quitaba la camisa.
Ya sabíamos lo que Eros tramaba. Así que se llamaban Crystal y Ángela. Vaya nombres más acertados y qué hermosa pluma, la unión, dos ángeles, uno caído; uno que ya cayó una vez y el otro sujetándolo para que no se hunda otra vez en su infierno personal.
Para una lectura más rápida o involucrarse más en la historia también estoy en mi blog: salvamedemimismo.wordpress.com o en Wattpad: Sálvame…de mi mismo @hija_de_osiris
Razón: Oculta bajo el seudónimo de Radio Rebelde -como en la película de Disney- está una persona ambiciosa y enamorada de una historia que es mucho más de lo que parece al ser leída. Es la única forma que tengo de expresarme luchando contra mi miedo de ser juzgada.
Temática: Historia de ficción, de luchas, amores rotos, otros correspondidos y reflexiones sobre todo pese a ser en contra de lo estándar.
Alumnos: Radio Rebelde.
Curso: 2018-2019.
Profesor responsable: Carolina Pascual Pérez (Dpto. Ciencias Sociales).