Salieron del coche y a pocos pasos le apretó. Se miraron, tenía la cara muy pálida, se abrazaron y con un beso siguieron andando hacia el hotel. Antes de llegar a la puerta tuvieron que parar varias veces. La última vez que tuvo que apretarle fue la más bestia, perdió el control sobre las piernas y se precipitó al suelo. Por suerte, apareció Mike en el mejor momento y con ayuda de Ángela le sujetaron antes de golpearse con el suelo.
– ¿Qué haces aquí?- Preguntó Crystal.
– Os he visto por la ventana de la habitación. Tenía que deciros una cosa y he aprovechado que Aloysia estaba en el baño desde hace media hora para venir. Justo cuando estaba a punto de salir, pues… he visto lo que ha pasado y he corrido a sujetarte.
Le agarró del hombro.
– Gracias, eres un buen amigo. Estoy bien. ¿Qué era lo que nos querías decir?
– Nada. Me tienes para lo que necesites. No estás bien, necesitas descansar y cuidarte…
– Crystal, te dice lo mismo que yo…
– Amor, tranquila. Bueno, ¿y lo que nos querías decir?
– Mejor en un sitio que no nos oiga mi mujer.
Se miraron Ángela y Crystal y continuaron.
– De acuerdo, entra y dile que tenemos que hablar un segundo de una cosa y por su seguridad no debe oírlo. Si se pone pesada dile que son órdenes mías y que no estoy para enfadarme. Nos vemos en la habitación 44.
– De acuerdo. Voy ahora mismo. Mientras tanto descansa. Estás muy débil. Se fue a la habitación mientras Ángela iba con él rodeándole con el brazo.
– ¿Qué crees que nos quiere decir?
Hizo un amago de sonrisa y preguntó qué creía ella.
– Pues, por lo que ha dicho no sé lo que querrá, pero como que no se fía de Aloysia para hacer que sea sin ella.
Crystal asintió y continuaron hasta llegar a la habitación.
Cuando llegaron, Ángela le obligó a tumbarse en la cama hasta que Mike llegara, cosa que Crystal se negó.
– Tenemos que insonorizar la habitación. Nos ha dicho Mike que Aloysia llevaba treinta minutos en el baño, piensa que le haya dicho nuestra posición a alguien. No me fío.
– Crystal, tienes que descansar, estate quieto y tumbado un rato, anda. Es por tu bien. -Y lo haré, pero déjame antes insonorizarla. Tú relájate, estoy bien.
– Crystal te has mareado en un trayecto de cinco metros como unas treinta veces y en la última te has desmayado. Has tenido suerte que apareciera Mike, solo pude frenarte un poco, te habrías dado si no hubiera sido por él, así que tú no estás bien. Túmbate y ahora cuando llegue lo hacemos entre los tres o él y yo mientras tú descansas.
Todo depende de cómo estés y de cómo te vea. ¿Oído cocina?
Sonrió, la cogió por los brazos y mientras caían a la cama la besó.
– Mira que eres bestia enano. Podrías haberte hecho mucho daño. Se rió.
– Oído cocina ángel, pero tú te quedas conmigo hasta que venga. Consiguió sacarle una sonrisita pícara.
– No sé cómo lo haces, estoy muy preocupada por ti, Crystal, pero aun así consigues sacarme la sonrisa. Te quiero mucho ángel.
Le besó y se quedaron tumbados en la cama.
Para una lectura más rápida o involucrarse más en la historia también estoy en mi blog: salvamedemimismo.wordpress.com o en Wattpad: Sálvame…de mi mismo @hija_de_osiris
Razón: Oculta bajo el seudónimo de Radio Rebelde -como en la película de Disney- está una persona ambiciosa y enamorada de una historia que es mucho más de lo que parece al ser leída. Es la única forma que tengo de expresarme luchando contra mi miedo de ser juzgada.
Temática: Historia de ficción, de luchas, amores rotos, otros correspondidos y reflexiones sobre todo pese a ser en contra de lo estándar.
Alumnos: Radio Rebelde.
Curso: 2018-2019.
Profesor responsable: Carolina Pascual Pérez (Dpto. Ciencias Sociales).
