En los años noventa del siglo pasado, el Reino Unido, con una gran visión de futuro, aprovechó los cambios que estaban sucediendo y desarrolló sus políticas culturales y creativas en torno a industrias no incluidas hasta entonces, como los videojuegos o la moda, dado su potencial económico y de creación de empleo. Sin embargo, la inclusión de la moda como subsector dentro las industrias culturales y creativas es relativamente reciente en España. Aparece en el Plan de Fomento de las Industrias Culturales y Creativas en 2011, que pretendía reforzar el apoyo de nuevos sectores directamente relacionados con la innovación y la creatividad, y en línea con la clasificación publicada en el Libro Verde de Industrias Culturales y Creativas de la Unión Europea. Han transcurrido ya diez años desde entonces y no se han establecido a nivel estatal unas políticas claras, encaminadas al fortalecimiento del sector a nivel nacional que ayude a su internacionalización, pese a las recomendaciones del Libro Verde para potenciar las industrias culturales y creativas en cada país miembro, implementándolas al mismo tiempo en sus leyes locales y estatales.
A pesar de la existencia de algunos programas dentro de las políticas culturales estatales enfocados al sector de la moda, faltan iniciativas público-privadas que financien actividades enfocadas a la formación de profesionales, o la promoción internacional de la industria textil española como valor cultural de nuestro país. Los Premios Nacionales de Moda están bien, pero ¿son suficientes? Cuando el premio recae en diseñadores consagrados, es una buena forma de reconocer su trayectoria, y puede ayudar a que los ciudadanos conozcan y asimilen a estos profesionales como parte de la idiosincrasia española, pero en el caso de diseñadores más jóvenes quizás sea insuficiente si luego no hay un respaldo posterior por parte de la Administración. Se echan en falta modelos de financiación de industrias culturales y creativas como las que lleva a cabo el Institut pour le Financement du Cinema et des Industries Culturelles (IFCIC), que incluye tanto a la artesanía tradicional como el diseño y la moda, otorgando garantías para facilitar los préstamos bancarios necesarios a empresas activas en los sectores cultural y creativo (principalmente pymes), cuando las instituciones de crédito estándar muestran reticencias por su perfil de riesgo.
La industria de la moda es una de las más contaminantes, y las empresas españolas están intentando adaptar sus negocios para acercarlos a lo que marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tratan temas tales como el Aseguramiento y Gestión Sostenible del Agua (ODS 6), Industria, Innovación e Infraestructura (ODS 9), Producción y Consumo Responsables (ODS 12) y Acción por el clima (ODS 13). Sobre esto se basa la iniciativa conjunta vista en la Actividad 1, relativa a la acción conjunta entre la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) y el Ministerio de Cultura para la promoción de la moda española en sus facetas económica y cultural, fomentando actividades que redunden en beneficio del sector del diseño de moda en sus vertientes creativa y comercial, tanto dentro como fuera de España, centrándose en el sector de la Moda de Autor. Asimismo, ACME ha elaborado un manifiesto donde se expone la gran capacidad y los valores de la moda de autor española. Establece además que es “el momento de que instituciones, medios de comunicación y consumidores sean conscientes de esta realidad y miren hacia un sector de excepcional valor”. Esto supondría reconocer a nivel nacional al sector de la moda como una verdadera industria cultural y creativa, en particular la realizada de forma artesanal y a medida.
A nivel personal, el alcalde de Igualada ha reivindicado que “el Gobierno haga política industrial de verdad para el textil”. El alcalde apuesta además por “prestigiar la industria de la moda para conseguir que los jóvenes la consideren una buena opción de futuro”. 1
Quizás la Subdirección General de Promoción de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura podría seguir el ejemplo de las políticas culturales existentes en algunas Comunidades Autónomas, como es el caso del País Vasco; que publica desde su Observatorio de Cultura informes periódicos en relación a las políticas culturales y creativas, incluyendo dentro de los sectores creativos a la moda en un estudio llevado a cabo en 2018 sobre la delimitación conceptual y definición de los sectores de las ICC en Euskadi.
A nivel estatal no existe un Observatorio de la Moda, pero existen iniciativas llevadas a cabo por entidades privadas, como el Observatorio de la Moda impulsado por Modaes.es, un foro de debate privado de un reducido número de empresarios del negocio de la moda donde se aboga por su difusión como imagen turística, reforzando su presencia a nivel nacional e internacional para crear una “marca territorio”. Asimismo, consideran de importancia su repercusión en los medios, proyectando una imagen de trabajo bien hecho. Quizás en este aspecto las colaboraciones público-privadas podrían ayudar a promover la imagen de España a través del sector de la moda. No hay que olvidar que, además de industria creativa dentro del sector del Diseño, también es cultura. Tal y como apunta Ramón Zallo (2014) la cultura y la economía no deberían oponerse, ya que se necesitan mutuamente, “puesto que no hay cultura sin recursos públicos, privados o sociales, ni economía sin organización y sentido desde algún referente valorativo incluso en las dinámicas en las que el beneficio es el motor inmediato”.
En relación a las actividades culturales en torno a la moda, no aparece ninguna en el ranking nacional 2020 publicado en el informe Observatorio de Cultura 2020 de Fundación Contemporánea, donde se recogen las mejores iniciativas culturales a nivel estatal y por regiones. Sí aparecen valoradas iniciativas dedicadas al diseño como la Madrid Design Festival o Concéntrico. Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de La Rioja.
No solamente la cooperación público-privada puede ayudar a que las políticas culturales avancen, también las interadministrativas como ya se planteaba en el Plan Cultura 2020, así como la participación ciudadana. Este plan contaba entre sus objetivos el acercar la cultura a la sociedad mediante la mejora de los equipamientos y la modernización tecnológica. En su objetivo cinco, establecía el impulso de la actividad creadora, mejorando las condiciones para promover la creación contemporánea y la innovación intelectual, “creando un medio estable para sus agentes creativos que les permita desarrollar permanentemente su capacidad y favorezca sus espacios y la mayor visibilidad de su creación”. En este objetivo se nombra a la moda dentro del proyecto de digitalización de contenidos de la Biblioteca Nacional de España, puestos en dominio público y a disposición de sectores creativos para fines específicos.
Se debería, por lo tanto, enfocar las políticas culturales de forma que reivindiquen el valor instrumental de la moda como industria creativa para lograr objetivos económicos y sociales, que permitan exportar la Marca España, ofreciendo una imagen de alta calidad para este sector.
Bibliografía
Comisión Europea (2010). Libro Verde: Liberar el potencial de las industrias culturales y creativas. Bruselas: Comisión Europea. Obtenido de: https://bit.ly/3Dm1xrO.
Ministerio de Cultura y Deporte. (2018). Plan de Fomento de las Industrias Culturales y Creativas 2018. Madrid: Secretaría General Técnica. Obtenido de: https://bit.ly/3xuOylt.pdf.
Ministerio de Educación Cultura y Deporte. (2017). Plan Cultura 2020. Madrid, España. Obtenido de: https://bit.ly/3D4zVGu.
Observatorio Vasco de la Cultura (2018). Delimitación conceptual y definición de los sectores de las Industrias Culturales y Creativas de Euskadi (2018). Obtenido de: https://bit.ly/3cUF7lI.
Observatorio Vasco de la Cultura (2018). Modelos de financiación de los sectores culturales y creativos. Obtenido de: https://bit.ly/2ZvEA6G.
Zallo, R. (2014). Desenredando la economía de la cultura En Manual Atalaya de Apoyo a la Gestión Cultural. Obtenido de: http://atalayagestioncultural.es/capitulo/ideas/desenredando-economia-de-la-cultura.
Razón: La alumna Carmen Arroyo Martín colabora con el blog Vuélcate con su sección Cultura, creatividad y sociedad. En esta primera colaboración se centra en un ensayo realizado en la asignatura Fundamentos teóricos de las Industrias culturales y creativas, del Máster UEMC en Dirección y Gestión de Industrias Culturales y Creativas (Semipresencial).
Temática: Replanteamiento de la política cultural en moda.
Alumno: Carmen Arroyo Martín.
Especialización: Máster en Dirección y Gestión de Industrias Culturales y Creativas (Semipresencial).
