Lo que hace meses parecía un simple virus que podría atajarse con suma facilidad se ha convertido en una pandemia mundial que nos ha mantenido encerrados en nuestros hogares, sin poder relacionarnos con el mundo exterior. Muchos pensaron que esto reduciría la delincuencia, y en parte es cierto, ya que hay delitos que se han visto en cifras mínimas, pero hay otros que han alcanzado su punto más álgido debido a esta situación.
Por una parte, al estar las familias confinadas en sus hogares, ha habido un enorme crecimiento de violencia intrafamiliar y también ha aumentado la violencia de género. Familias desestructuradas o donde las faltas de respeto son el plato de cada día han tenido que relacionarse más que nunca, dando como consecuencia un mayor número de conductas violentas. Además, este encierro ha afectado psicológicamente a toda la población, de manera que la acumulación de tensión ha provocado que algunos se desahoguen con sus seres queridos.
El miedo generado en la sociedad ha hecho que muchos lo aprovechen, por lo que se ha habido un incremento en el mundo de las ciberestafas. Webs falsas donde comprar mascarillas, aplicaciones que comprueban si estás infectado de coronavirus… infinidad de estratagemas se han inventado para engañarnos y obtener nuestro dinero. Quienes antes se lucraban con pornografía y engaños baratos ahora han encontrado la manera más efectiva de vaciar las carteras de sus víctimas.
Y, claro está, mucha gente se ha saltado las medidas establecidas a la torera y se ha efectuado una ingente cantidad de denuncias por salir a la calle. ¿Por qué? Algunos lo han hecho por falta de civismo y responsabilidad, otros por ser grabados y llamar la atención en las redes sociales, y, los más recientes, por manifestarse en contra del Gobierno actual, sin darse cuenta de que están poniendo en peligro las vidas de millones de personas. Se suele decir que los jóvenes son los más irresponsables, pero después de todo lo visto, parece que la estupidez no entiende de edades.
Todos hemos sufrido las consecuencias del COVID-19, sin ser los delincuentes una excepción. Pero no a todos les ha afectado de la misma forma, ya que muchos han conseguido beneficiarse. De todas formas, ¿no se podía haber atajado esta situación? ¿Se ha llevado a cabo alguna medida preventiva? ¿Nadie era consciente de las consecuencias criminológicas del confinamiento?
Razón: Los alumnos elaboran un artículo de opinión sobre la delincuencia en el confinamiento por Coronavirus.
Temática: Patrones delincuenciales durante el confinamiento por Coronavirus.
Alumnos: Diego Torinos Fernández.
Curso: 2019-2020.
Asignatura: Técnica de comunicación eficaz.
