Noa

“En cualquier dirección que recorras el alma, nunca tropezarás con sus límites.”

Sócrates

Noa

a Ana…

¡Ambición desmedida!

¡Vil deseo de construir un imperio!

Noa ambiciona usurpar un apellido. Se siente obsesionada con limpiar su estirpe familiar. Porque ella ha nacido en una patria innombrable que algún día sin miedo he de visitar.

La ambición le atiborró el corazón una cálida mañana del mes de junio. Un corazón que se vio obligado a transitar por el mundo de los entrepeneurs. Un mundo de hombres donde la mujer compite mano a mano.

Deseaba ser conocida, respetada y odiada. Porque el odio incita al rencor. Y el rencor infunde temor.

Y bajo la opresión y el resquemor que producía el tan sólo pronunciar y escuchar su nombre, me acurruqué.

Ella se creó a imagen y semejanza perfecta en el espejo de su mundo ideal, casi alcanzable e inmejorable. Su larga cabellera cae suelta y desbocada sobre sus hombros cubiertos de una fina blusa color satén. Sus ojos color ámbar se abren y te miran fijamente para escudriñar que la has comprendido. Fue así como la conocí. Al principio, su timbre de voz era firme y seguro como una fortaleza poderosa e indestructible.

Hoy, su imagen en el espejo es otra. Distinta. Distorsionada. Cuando la vi por primera vez, su rostro resplandecía. Los años le han acariciado descaradamente. Las líneas del pensamiento se hicieron evidentes. Una. Dos. Tres. Y hasta cuatro líneas de expresión profundas. Eran como estatuas de terracota muy bien asentadas sobre una frente despoblada. No obstante, a pesar de ello, Noa seguía siendo bella y dominante. Ella es una mujer con carácter.

Carácter que al final no sabes cómo definir; si de escaso humor o poseedora de un temperamento explosivo y volátil. Con el transcurso de los días, ella quiso potenciar su terror para que no supieran que debajo de su coraza también era débil y frágil.

Yo la seguí a ciegas porque me cautivó su fuerza. Su manera de mirar me inspiraba e inclusive empujaba a descubrir la más lejana estrella.

Fue inevitable y la seguí. Aprendí bajo sus pinturas de guerra que le acentuaban un aire exótico. Sorprendentemente, obedecí ordenes totalitarias e incoherentes y en escasos segundos levité bajo un ceño uniforme y exigente.

Noa me llevó por un camino duro e inimaginable. Un mundo de costuras nobles, casi elegante con medias verdades. Un mundo maquiavélico.

Eso fue lo que me conquistó. Ella descubrió mi miedo y lo desnudó en medio de ese mundo. Lo pulió y abrillantó. Lo transformó sin planos porque sus manos eran mágicas y yo débil. Su mirada cambiaba cuando el brillo de su cutis se impregnaba de pura rebeldía. Fueron pocas las veces que la vi sonreír.

Ella amó en silencio, así me lo imaginé yo.

“Tuvo que amar porque así lo determina su condición y evolución humana”-, me repetía una y otra vez.

“Su capacidad femenina, su melena al viento”- pensaba.

¿Y qué de sus pinturas de guerra? Una guerra fría donde se supone que exista el diálogo, el dejar fluir, el dejar vivir, el dejar unir.

Pero a pasar de todo, Noa me enseñó a unir mares tempestuosos y a recorrer océanos inacabados. A crear firmamentos con letras. Letras que ayudan a adquirir hábitos de lo preciso, lo exacto, lo veraz y lo tecnológicamente cercano. Porque dentro de lo cotidiano, la lectura te reafirma. La escritura te enseña. Te nutre de savia. Y es esa savia la que te regenera. Te sana.

Hoy puedo gritar a los cuatro vientos:

“Noa, al permanecer junto a ti, mi alma resquebrajó, aunque mi intelecto se fortaleció y el amor a mi propio ser… me salvó”.

Entre brumas … Noa existió.

Razón: Silueta con voz de mujer responde al nombre de la colaboración literaria mensual que la profesora del Grado en periodismo semipresencial, Ruth Amarilis Cotto Benítez, efectuará en Vuélcate. Se trata de una serie de relatos cortos que empoderen a las mujeres.
El logo de su colaboración ha sido cedido por el pintor Alejandro Conde. Se trata de su obra titulada Mujer con sombrero. Y este mismo pintor colabora con otras obras cedidas para ilustrar específicamente algunos relatos de la autora.
Temática: Amor.
Profesor: Ruth Amarilis Cotto.
Especialización: Filología Inglesa. Dpto. Ciencias Sociales (UEMC).