Toda esperanza se convirtió en ceniza tras un parpadeo. A los que aún les quedaba llanto por mostrar, fueron los primeros en sucumbir ante el azar del genocida; mientras que los últimos en pie son testigos de un mundo irradiado y carente de vida.
Quienes no hemos recibido la llamada del Señor, los días extraños nos han encontrado. Somos testigos del horror, aquel del que tanto se hablaba desde los medios de comunicación, profetas del miedo y del pánico, marionetas de los que abrieron la puerta a la destrucción.
Si las generaciones pasadas pudieran ver este desenlace, no reconocerían ni el cielo ni la tierra que una vez vieron y habitaron. Querrían volver a cuando los ríos eran símbolos de vida y no cementerios, a cuando respirar no era sinónimo de agonía.
Las bombas cayeron y se llevaron todo consigo, no hubo distinción entre clase, sexo o raza, la igualdad total en pleno genocidio global. La primera salva borró de golpe la visión, la segunda derrumbó toda ilusión y la tercera, la más certera, acabó con toda nación. Cuando la noche haga su aparición y el bayo corcel corone la cima de la desesperación, ni un alma habitará esta sinrazón.
Razón: El alumno de 3º de Comunicación audiovisual, José María Bernal Jáñez, se presenta al concurso vuelcatero 2022-2023.
Temática: Muerte y destrucción.
Alumnos: José María Bernal Jáñez.
Curso: 2022-2023.