Era alta, esbelta, de buen porte. Sencilla en su apariencia, pero con gran personalidad. Enseguida recibió notables piropos y se ganó la admiración de los vallisoletanos. La gente se fijaba y regocijaba, pero ella permanecía inmutable, inmóvil, pétrea, firme, cumpliendo con su cometido, siempre en su sitio… hasta que el terremoto de Lisboa de 1755 meneó su destino y acabó derrumbándose en 1841. Tenía apenas 140 años.
La buena moza fue la primera torre de la fachada principal de la Catedral de Valladolid, levantada en el lado opuesto al de la torre actual. Su hermana, otra buena moza, se levantó a finales del siglo XIX y se remató en 1923 con la cúpula y el Sagrado Corazón de Jesús que la corona. Va camino de los 140 años también, aunque esperemos que cumpla muchos más sin menearse un ápice.
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Razón: ‘Enfoque Tomix’ es una selección de imágenes comentadas con las que descubrir algo nuevo a través de la óptica particular de @DaniTomix (Instagram y Twitter).
Temática: La desaparecida torre de la Catedral de Valladolid.
PAS: Daniel Tomillo Colomo. Departamento de Admisiones y Marketing UEMC.
Especialización: Observar, indagar para descubrir algo y aprender antes de dormir.
