La evolución de la guerra y de la violencia organizada

De la teoría de juegos al principio de incertidumbre

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INTRODUCCIÓN

Tras toda guerra se esconde una serie de causas, intereses, motivaciones u objetivos; así como un conjunto de estrategias que la guían. Durante la Guerra Fría, una de las estrategias que mejor define los acontecimientos que se desarrollaron entonces es la Teoría de Juegos, un ámbito que han estudiado diversos teóricos entre los que destacan John von Neumann o Schelling.

El presente texto pretende realizar un recorrido a través de las características de los conflictos; desde la Guerra Fría, su evolución a lo largo de la historia, hasta las posibles tendencias de los mismos en el futuro; éste último un objetivo que, en principio, plantea un sinnúmero de interrogantes.

Las siguientes líneas se presentan como un viaje desde la Teoría de Juegos y su aplicación en la Guerra Fría hasta el Principio de Incertidumbre implícito en el camino de la búsqueda de respuestas en el contexto de la evolución de los conflictos en el futuro.

SOBRE EL TABLERO DE LA GUERRA FRÍA: LA TEORÍA DE JUEGOS

La Guerra Fría responde a un tipo de «conflicto silencioso» que se enmarca en lo que algunos analistas denominan «guerras viejas».

El concepto de «Guerra Vieja» hace referencia a una guerra entre Estados que combaten a través de fuerzas armadas uniformadas, donde el encuentro decisivo se produce en la batalla. Las «guerras viejas». […] estaban vinculadas al surgimiento del estado-nación moderno y eran constructoras del Estado. i

La Guerra Fría fue vista como un choque ideológico absoluto entre la democracia y el totalitarismo, o, desde otro prisma, entre el capitalismo y el socialismo. Por otro lado, el estrepitoso fracaso en la Guerra de Vietnam supuso el rechazo por parte de la opinión pública de la guerra y, por tanto, de una posible repetición de la Segunda Guerra Mundial ii. De este modo, el enfrentamiento armado por parte de la Unión Soviética y Estados Unidos quedaba descartado. Por ello, la Guerra Fría se alza como uno de los mejores escenarios a lo largo de la historia para estudiar las estrategias de inteligencia desarrolladas por dos Estados que ostentaban, y ostentan en la actualidad, gran parte del poder a nivel internacional.

Una de las estrategias que define el desarrollo de la Guerra Fría es la Teoría de la Disuasión. El concepto de «disuasión» se basa en el intento de reestructurar el conjunto de opciones que se ofrecen a los dirigentes de un país o grupo de países, llevado a cabo por los dirigentes de otra nación o grupo de naciones, mediante la formulación de una amenaza a sus valores fundamentales. Mediante esa reestructuración se pretende excluir la consideración de la agresión armada. iii

La formulación de esa amenaza que se enmarca en el concepto de «disuasión» se vio materializada durante la Guerra Fría a través de la Estrategia de las Armas Nucleares o Destrucción Mutua Asegurada, conocida comúnmente como «carrera armamentística» iv. Asimismo, el concepto de «disuasión» deriva de la aplicación directa de la Teoría de Juegos, en concreto, del concepto del «equilibrio de Nash», cuyo eje teórico principal se basa en una situación en la que todos los jugadores conocen las estrategias de los otros y deciden optar cada uno de ellos por una estrategia que conlleve el mejor resultado posible a nivel colectivo. Esto deriva, por tanto, en la inamovilidad de las respectivas estrategias de los jugadores implicados v. De este modo, tanto los soviéticos como los norteamericanos perpetuaron su guerra «implícita», su «guerra silenciosa».

Algunos analistas como Kaldor, sostienen que la comprensión de la aparición del fenómeno conocido como la Guerra contra el Terror se halla en este contexto. Los estadounidenses creen que han descubierto una nueva forma de guerra, haciendo uso de la tecnología. Una guerra rápida, precisa y con un número reducido de bajas. Una guerra que es imaginaria, invisible, desde el punto de vista norteamericano, puesto que sus ciudadanos no han de pagar impuestos o arriesgar sus vidas. “Pueden ver una especie de repetición de la Segunda Guerra Mundial en la televisión. Pueden imaginar que están dirigiendo una misión de democracia contra terroristas y tiranos”. vi

DE LA TEORÍA DE JUEGOS A LAS ‘NUEVAS GUERRAS’

Tras el fin de la Guerra Fría, se observa un cambio en el panorama internacional y en la tendencia de los conflictos. Durante la posguerra fría las causas de los conflictos responden mayoritariamente a factores políticos y no tanto a factores territoriales. Además, se produce la reaparición de Europa como escenario principal de conflictos armados y la redistribución de los conflictos en el sur, produciéndose un incremento de los conflictos en África y Asia y un descenso en América Latina. De este modo, aparecen dos zonas bien diferenciadas: la denominada «zona de paz», constituida por alrededor de media centena de países con sistemas democráticos consolidados y una fuerte conexión económica entre ellos y la «zona de turbulencia», que suele presentar tres características: sistemas democráticos dudosos o «democracias inciertas»; economías enormemente frágiles y población con un fuerte componente de fractura étnico-cultural. vii

Asimismo, durante la posguerra fría se identifica una clara disminución de los conflictos interestatales y la inminente aparición de diversos conflictos internos. Algunos autores definen esta época como la época de las «guerras pequeñas» o las «nuevas guerras» viii. Las «nuevas guerras» tienen lugar en el contexto de la desintegración de los Estados (generalmente, Estados autoritarios bajo el impacto de la globalización). Se trata de guerras libradas por redes de actores estatales y no estatales, a menudo sin uniformes […] Son guerras en las que los enfrentamientos son atípicos y en las que mayoría de la violencia está dirigida contra civiles […], en las que la financiación proviene de los saqueos, el pillaje, el comercio ilegal […]. Son guerras donde las distinciones entre combatientes y no combatientes, la violencia legítima y la criminalidad se desvanecen. De hecho, este podría ser considerado el propósito de estas guerras. Recrean el sentido de la comunidad política a lo largo de nuevas líneas de división a través de la fabricación del miedo y el odio. Establecen nuevas distinciones amigo-enemigo. ix

De hecho, tras la Guerra Fría se ha reforzado la tendencia que coloca a la población civil como la principal afectada en los conflictos armados y, “sobre todo, a que estos conflictos provoquen un fuerte movimiento de población, de refugiados y desplazados”. x Es el caso, por ejemplo, de la Guerra Civil de Siria y la consecuente crisis de refugiados a nivel internacional.

Por otro lado, en las últimas décadas se ha producido una pérdida paulatina, por parte del Estado, del monopolio de la violencia que ha provocado la aparición de nuevas formas de esta violencia como el narcotráfico, el crimen organizado o el terrorismo; así como fenómenos de violencia urbana como maras o bandas juveniles. xi En este punto, Grasa también hace referencia al concepto de ‘democidio’. xii

CONCLUSIONES: HACIA EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

La situación en los próximos años parece tender hacia un panorama internacional en el que los núcleos de poder se trasladan, desde un punto de vista geográfico, de Occidente a Oriente. También en el plano económico, en el que Estados Unidos perderá su hegemonía en favor de Asia. Es precisamente la economía lo que centrará -y centra actu almente- los conflictos entre potencias internacionales, el campo de batalla no estará liderado por las armas, sino por un aumento de sanciones económicas, espionaje industrial y acuerdos comerciales.

En el ámbito geoestratégico, se sufrirá un cambio crítico en las fuentes energéticas a nivel global marcado por la fuerte caída del precio del petróleo. Estados Unidos alcanzará más independencia respecto de la zona de Oriente, por explotar sus recursos de gas esquisto. La lucha por los recursos y la energía se alzará como uno de los riesgos en la seguridad internacional. Además, la tendencia al aumento de conflictos y Estados fallidos junto con la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo global y el cibercrimen supondrá un auténtico desafío para el sistema internacional en los próximos años.

En Europa se sufrirá una situación sumamente crítica por las notables carencias de población activa y, por ello, el sistema de pensiones será insostenible si no se realizan esfuerzos para hallar soluciones al problema de la falta de población en edad de trabajar.

Asimismo, el número de actores internacionales seguirá aumentando. Este hecho contribuirá a un orden mundial que destacará por presentar un poder disperso e inestable si no se impulsan nuevas instituciones multilaterales promulgadas por los poderes políticos.

Por otro lado, la globalización está provocando una fuerte interdependencia que continuará en ascenso durante los próximos años, generando la consiguiente globalización de los problemas, “problemas sin pasaporte” a los que ya hizo referencia el exsecretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. xiii

Si bien, cabe destacar que, aunque lo anteriormente expuesto se basa en un sinnúmero de estudios sobre las tendencias de la geopolítica y la gobernanza global, y, por tanto, se trata de afirmaciones fundadas; también cabe recordar la incertidumbre inherente al futuro. Al fin y al cabo, el más mínimo cambio que pueda surgir en el porvenir podría traducirse en grandes modificaciones en el sistema internacional.

“Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas”.
Sir Francis Bacon.

i Kaldor, M. (2005). Old Wars, Cold Wars, New Wars, and the War on Terror. The Cold War Studies Centre, London School of Economics, p. 2, (traducción propia).
ii Ibid., p. 6.
iii Enciclopedia de las Ciencias Sociales, ápud. Sodupe, p. 55.
iv Sodupe, K. La teoría de la disuasión: un análisis de las debilidades del paradigma estatocéntrico. Afers Internacionals, 22, pp. 56-57.
v Schelling, T. C. (1964). La Estrategia del Conflicto. Madrid, Tecnos, pp. 103-105.
vi Kaldor, op. cit., p. 6.
vii Grasa, R. (2010). Cincuenta años de evolución de la investigación para la paz. Tendencias para observar, investigar y actuar. Barcelona, Oficina de Promoció de la Pau i dels Drets Humans, p. 64.
viii Ibidem.
ix Kaldor, op. cit., p. 3.
x Grasa, op. cit., p. 65.
xi Ibid., p. 60.
xii Se entiende ‘democidio’ como el “asesinato de una persona o grupo de gente por parte de un Gobierno, incluyendo el genocidio, el politicidio y el asesinato masivo. Grasa, op. cit., p. 62.
xiii La información de este apartado por completo ha sido extraída del MOOC ‘Geopolítica y gobernanza global: riesgos y oportunidades’, impartido por ESADE Business and Law School.

Razón: La ex alumna de la UEMC Andrea Arrieta escribe una columna sobre relaciones internacionales llamada “El atlas cifrado”. En la columna se analizan temas relativos a la interacción entre diversos elementos del sistema internacional y los juegos de poder a nivel mundial.
Temática: Evolución de la guerra.
Antiguo alumno: Andrea Arrieta Ruiz.
Especialización: Grado en Periodismo en la UEMC. Máster en Paz, Seguridad y Defensa en el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado (IUGM). Línea de investigación: Estrategia, geoestrategia y geopolítica.
Profesor responsable: Rosa María Arráez Betancort (Dpto. de Ciencias Sociales).

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