Els molins molen molt

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La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear. Porque ves allí, amigo lector, aterrizando en Mallorca se descubren ciento y pocos más curiosos molinos, con quien pienso hacer revista y descubrir su presencia, con cuyas vivencias comenzaremos a enriquecer, que esta es buena causa, y es gran servicio de Dios quitar tan mal de ignorancia de sobre la faz de la tierra.

Efectivamente, nuestra vista y cuerdo entendimiento nos muestra fantásticos molinos en lugar de los gigantes fantásticos que ve Don Quijote. Unos molinos con inofensivas aspas que jamás provocarían los aspavientos del valiente caballero. Unos molinos que no muelen el grano ni a nuestro ingenioso hidalgo, sino que extraen agua con ingenio hidráulico. Unos molinos que molan. Son los molinos de viento de extracción de agua de Mallorca.

El viento mueve sus aspas desde mediados del siglo XIX cuando el ingeniero holandés y mallorquín de adopción Paul Bouvy dirigió los trabajos de desecación del Pla de Sant Jordi por salubridad, una amplia zona pantanosa plagada de mosquitos transmisores de malaria muy cercana a la ciudad de Palma, en la zona donde se ubica el actual aeropuerto.

Los primeros molinos para la extracción de agua fueron de velas, como los molinos harineros, pero pronto las velas se sustituyeron por listones de madera -como en ramilletes o abanico- surgiendo así los molinos de ramell en 1854. El primero de ellos se ubicaba en la finca de sa Torreta, en la zona del Portitxol de Palma. Se debe su invención al Mestre Damià Rexach, conocido como Damià dels Molins, que nació y vivió en el Molinar de Palma, ¡todo cuadra, nen!

Hacia 1930 aparecen los molinos de palas, que sustituyen la estructura y tablillas de madera por palas de acero laminado curvadas para recoger la fuerza del viento. Son los más numerosos actualmente y los más vistosos por el variado y vivo colorido de sus palas; los que más molan. La gran mayoría asoman al viento gracias a una torre de piedra ligeramente ataludada de entre 4 y 8 metros de altura. Pero a mediados del siglo XX los molinos entran lentamente en declive por la sustitución de bombas hidráulicas accionadas por motores eléctricos o de combustión, el abandono de la agricultura y la progresiva salinización de los acuíferos.

Hoy en día hay unos 2.300 molinos de viento de extracción de agua por toda la isla, la mayoría concentrados en tres molinares: noroeste (municipios de sa Pobla y Muro), sur (Campos y ses Salines) y oeste, en la propia Palma. Si nuestro caballero andante se hallara en uno de estos molinares diría hechizado: “Amigo Sancho, es molins molen molt.

—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. (El Quijote, primera parte, capítulo VIII).

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Razón: ‘Enfoque Tomix’ es una selección de imágenes comentadas con las que descubrir algo nuevo a través de la óptica particular de @DaniTomix (Instagram y Twitter).
Temática: Los molinos de viento de extracción de agua de Mallorca.
PAS: Daniel Tomillo Colomo. Departamento de Admisiones y Marketing UEMC.
Especialización: Observar, indagar para descubrir algo y aprender antes de dormir.

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