La primera vez que me encontré con la historia del GPS fue entre las páginas de Los perfeccionistas de Simon Winchester. Este fascinante libro nos cuenta cómo ha evolucionado la precisión en la ingeniería y cómo ha moldeado silenciosamente nuestro mundo actual. En su capítulo ¿Dónde estoy y qué hora es?, Winchester cuenta cómo en 1957 dos jóvenes científicos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins se plantearon un gran desafío en aquel momento: determinar la posición exacta del Sputnik, el primer satélite lanzado recientemente por la humanidad, utilizando únicamente la señal que emitía.
Y lo lograron.
Lo que realmente captó mi atención fue la reacción del presidente del laboratorio cuando le presentaron los resultados. En un destello poco común reconoció inmediatamente una consecuencia revolucionaria. Como escribe Winchester: «Si un observador era capaz de determinar la posición de un satélite desde la Tierra con entera precisión, lo contrario, el recíproco numérico, podía también ocurrir: desde la posición del satélite podía calcularse la posición exacta sobre la Tierra de la persona o la máquina que lo buscaba».
En ese preciso momento, había nacido el concepto del GPS.
Este episodio ilustra perfectamente cómo una persona en posición directiva puede captar una idea emergente y visualizar todo su potencial futuro. Y créeme, esto no es nada común. Lo habitual, cuando nos enfrentamos a nuevas ideas o descubrimientos, es no ser capaces de imaginar todas las posibilidades que ofrecen.
La historia está repleta de ejemplos en la dirección contraria. Quizás uno de los más dramáticos ocurrió en 1975, cuando un ingeniero de Kodak llamado Steve Sasson desarrolló la primera cámara digital funcional – un dispositivo revolucionario que capturaba imágenes sin necesidad de película-. La respuesta de los directivos de Kodak cuando les presentó su invento fue «Es tierna, pero no le digas a nadie al respecto». La empresa decidió centrarse en su altamente rentable negocio de rollos fotográficos, evitando explorar una innovación surgida en sus propios laboratorios.
Sin embargo, no nos engañemos: desde el futuro es facilísimo señalar los errores del pasado. ¿La decisión de Kodak era cortoplacista? Tal vez, pero hay que entender cómo era realmente esa primera tecnología digital en 1975: un dispositivo de 3,6 kilos que grababa imágenes en blanco y negro en una cinta de cassette. ¿Y la calidad? una imagen de apenas 176×176 píxeles — más pequeña que el icono de una aplicación en tu teléfono actual. Y esa primera fotografía histórica tardó 23 segundos en materializarse. No suena muy prometedor, ¿verdad?
Lo que intento transmitir es que cuando tienes la fortuna de enfrentarte a una idea verdaderamente nueva, quizás la mejor práctica sea detenerse un momento. Tomar aire. Tratar de entender el concepto en profundidad.
Practica la escucha activa y asume humildad intelectual. Jugar con la idea, imaginarla en escenarios completamente distintos, preguntarse qué ocurriría si de repente desapareciera alguno de los condicionantes que la definen…
En definitiva, hacer lo posible por salir del modo automático y de la visión del día a día para imaginar en qué podría convertirse eso que tienes frente a ti. Porque ahí, en ese espacio de posibilidades, es donde nacen los GPS, los smartphones y las revoluciones que tal vez transformen el mundo.
¿Qué ideas estás viendo hoy que podrían cambiar nuestro mañana? ¿Y estás mirándolas con los ojos de quien ve sólo lo que son, o de quien imagina lo que podrían llegar a ser?
Razón:El DIT gestiona toda la investigación científica de la UEMC y asegura que este conocimiento llegue a la sociedad, conectando a investigadores con empresas y divulgando los hallazgos de forma comprensible para todos. El Departamento de Investigación y Transferencia tiene como función principal la puesta en marcha de una actividad investigadora organizada e integrada en la normal actividad de la UEMC, así como asegurar el despliegue de los objetivos del Plan de Investigación y el cumplimiento de las decisiones del Consejo Rector. Además, es la unidad encargada de facilitar y promover la colaboración entre la universidad y su entorno socioeconómico.
Su responsable es Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán quien se encargará de difundir en Vuélcate todas las novedades de DIT, así como aconsejar sobre métodos, estrategias y técnicas de éxito para la transferencia de conocimiento. En este caso, se incide en que DIT coordina el programa de Prototipos orientados a mercado para convertir ideas innovadoras en soluciones reales: dit@uemc.es
Temática: Cómo las ideas nuevas no siempre tienen la acogida esperada y la importancia de detenerse a pensar las repercusiones o posibilidades que podrán tener en el futuro para aprovecharlas al máximo.
PAS: Francisco Javier Gutiérrez Pecharromán.
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